Nuestro viaje a Sudáfrica se encuentra ya muy cerca. ONEIRA club de viajeros viaja en enero de 2024, a un lugar lejano (geográficamente, y geopolíticamente), Sudáfrica, y visitando también las Cataratas Victoria de Zimbabwe. Nos alejamos del “mundanal ruido” para conocer un pequeño paraíso en la tierra, la maravillosa tierra africana. Quedan dos plazas por ser ocupadas, si te animas a acompañarnos. A finales de este mes se cierra el grupo. En nuestro post de hoy destacamos uno de los lugares al que dedicaremos uno de los días de viaje, durante nuestra estancia en la mágica Ciudad del Cabo, y es la visita a sus Winelands (tierras del vino) una joya vinícola y paisajística en todos los sentidos. Te lo contamos…. Sigue leyendo en nuestro Blog Oneira

Sudáfrica tiene una rica tradición vinícola que se remonta a más de 350 años. Su clima y geografía única crean condiciones ideales para el cultivo de una amplia variedad de uvas, lo que resulta en una diversidad de sabores y estilos de vino que no encontrarás en ningún otro lugar. En nuestra visita  experimentaremos paisajes impresionantes. Muchas bodegas están ubicadas en regiones pintorescas, como Stellenbosch, Franschhoek y Constantia, donde las vistas de viñedos impresionantes y montañas es fabulosa.

Las majestuosas montañas que enmarcan los alrededores de Stellenbosch y Franschhoek obran como artífices de microclimas excepcionales, propicios para el florecimiento de la vid. Desde la segunda mitad del siglo XVII, este rincón ha sido habitado por colonos, neerlandeses y hugonotes franceses.  Algunas de las localidades de la zona alardean con orgullo de sus jóvenes chefs, muchos de los cuales laboran en las fincas vitivinícolas. Franschhoek, Stellenbosch, conjuntamente con Paarl, estos enclaves conforman el corazón de las Winelands, si bien aún quedan más parajes por explorar en el universo del vino sudafricano. Cada región de esta región destila una rica herencia vinícola y culinaria.

Si visitas Ciudad del Cabo no dejes de recorrer esta parte del mundo, y visitar el Monumento y Museo de Franschhoek. Aquí la historia cobra vida en un escenario pintoresco. Este santuario histórico rinde homenaje a los valientes hugonotes franceses que forjaron la identidad de la región, ofreciendo una mirada profunda a su legado a través de exhibiciones cautivadoras. Los jardines evocan el encanto de una época pasada y las exposiciones interactivas narran la travesía de estos colonos. Aprovecha para visitar algunas de las bodegas de la zona, catando sus vinos, que son de primerísima calidad. Acompañado por expertos enólogos, explorarás el arte y la ciencia que hay detrás de cada cosecha, desde la vendimia hasta la fermentación y el envejecimiento en barricas de roble. Mientras deambulas entre hileras de viñedos, aprenderás sobre las variedades de uva que florecen en este terroir único y cómo se combinan para crear sabores cautivadores. En Los vinos de Franschhoek son elegantes y sofisticados, de buena acidez y taninos suaves.  Predominan las variedades de Cabernet Sauvignon, Merlot y Shiraz. En cuanto a los blancos, los más prominentes son los Sauvignon Blanc y Chardonnay.

Dirígete posteriormente a la localidad de Stellenbosch. Se trata de una ciudad histórica repleta de edificios de estilos neerlandés, georgiano y victoriano y calles flanqueadas de robles, con una vida local muy animada. Esta ciudad es famosa por sus suelos enriquecidos, perfectos para el cultivo de la vid. La Dorp Street es especialmente conocida por su riqueza arquitectónica. La renombrada Universidad de Stellenbosch se levanta aquí mismo; el Jardín Botánico de la universidad es un lugar tranquilo y apreciado por sus habitantes. En la ciudad también podrás encontrar Museos, y galerías de arte locales. Hay muy buenas bodegas en Stellenbosch; selecciona una de ellas para catar sus vinos, representativos de la diversidad de la región. Desde blancos frescos y afrutados hasta tintos elegantes y complejos, con variedades similares a las elaboradas en Franschhoek. Stellenbosch es famoso por su producción de vinos espumosos de estilo Méthode Cap Classique, que rivalizan con los mejores champagnes del mundo. Estos vinos espumosos aportan un toque de elegancia y celebración a la experiencia de degustación.

No olvidemos que para hablar del vino sudafricano hemos de remontarnos más de 300 años atrás, a la Compañía Holandesa de las Indias Orientales. Esta empresa, que podríamos definir como la primera corporación multinacional de la historia, estableció una estación de suministro en el Cabo de Buena Esperanza, un punto de paso obligado para los barcos que continuaban su viaje por la ruta de las especias. De estos primeros viñedos plantados al albor de la conquista y expansión de las monarquías europeas por el mundo, nacería la rica tradición vinícola que hoy juega un destacado papel en la escena mundial del vino.

En suma, explorar los vinos sudafricanos no solo te brinda la oportunidad de degustar vinos excepcionales, sino también de sumergirte en una rica tradición vinícola, disfrutar de paisajes impresionantes y apoyar a una industria que valora la sostenibilidad. ¡Es una experiencia que no querrás perderte! ¡Nos vemos en los viajes!

Alberto Bermejo

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