En ruta hacia el Antiguo Egipto - Dendera y Abydos
Nuestros amigos viajeros de Oneira club de viajeros ponen rumbo en unos días hacia el país de los faraones. Todo está preparado para disfrutar una experiencia extraordinaria en el Antiguo Egipto. Será el viaje de Oneira que cierre este año 2019. No será el último viaje a Egipto pues en próximos años tendremos oportunidad de regresar con este programa onérico. Un viaje para amantes de Egipto; nuestra aventura será conducida en destino por el reconocido egiptólogo Dr Zayed Salama. Asimismo hemos añadido al programa algunas propuestas adicionales al programa principal. Uno de los puntos fuertes de nuestro viaje es conocer dos plazas de importancia histórica, Dendera y Abydos, a las que dedicamos especialmente el artículo de hoy.
En la zona y a unos 75 km al norte de Lúxor se encuentra Dendera, que fue la capital del VI nomo del Alto Egipto. Los antiguos egipcios la llamaron Lunet y Tantere, los griegos la apodaron Tentyris mientras que los árabes acabaron bautizándola como Dendera. Aquí se encuentra el maravilloso Templo de Hathor, uno de los pocos que conservan su techumbre, dedicado a la diosa de la fertilidad y del amor que le da nombre y su enriquecedora necrópolis. Es el templo más grande y ricamente embellecido de la época, repleto de relieves muy abundantes que trataban de describir las ceremonias religiosas que aquí se practicaban con una enorme riqueza de temas y motivos. La mayor parte de mitos que describen los relieves tratan de enaltecer y exaltar al faraón, al que cada uno de los dioses que forman parte del panteón le proporcionaba sus atributos. El edificio más importante de entre todos es el dedicado a Hathor, la diosa con orejas de vaca que aguanta el disco solar entre ellas. Las procesiones eran completamente habituales y trataban de honrar el matrimonio con Horus, el dios con cabeza de halcón. Gracias a que permaneció oculto bajo la arena su conservación ha sido óptima. Tras atravesar la Puerta de Domiciano y Trajano, la cual se conserva casi intacta, se adentra hacia el edificio principal, con una monumental fachada soportada por 6 columnas de capiteles hathóricos, cada uno de ellos correspondido por una hilera de 3 columnas de la sala hipóstila. El techo está ornamentado con motivaciones astronómicas mientras que en las paredes hay representaciones de la diosa Nut junto a criptas decoradas con objetos sagrados y estatuas divinas en 3 de sus lados. Hacia el tejado se encuentran las 6 capillas consagradas a la resurrección de Osiris, descuartizado por su hermano Set. La diosa Isis concibió a Horus a partir de los fragmentos de Osiris. De hecho, es el lugar donde se enterró una de las 16 partes en que fue segmentado el cuerpo de Osiris durante su batalla contra Set.
A 100 km hacia el oeste se encuentra la ciudad santa de Abydos, también conocida como la ciudad de Osiris, uno de los más sagrados y principales sitios arqueológicos del antiguo Egipto. La ciudad tiene más de 5 mil años de antigüedad y fueron los primeros faraones quienes durante la unificación del Bajo y Alto Egipto eligieron a Abydos, conocida antiguamente como Umm el-Qa’ab, lugar de enterramiento. Con el paso del tiempo, el afán por ser sepultado en la zona provocó que el lugar creciera como centro de peregrinación y de culto, adquiriendo Abydos el estatus de ciudad sagrada (se creía incluso que era aquí donde se encontraba la cabeza de Osiris). De hecho, todos los egipcios estaban obligados a realizar una peregrinación a Abydos al menos una vez en su vida. Originalmente se veneraba a Jentiamentiu, un dios con cabeza de chacal encargado de proteger la necrópolis, quien terminaría siendo asimilado por Osiris, dios egipcio de la resurrección y de los muertos, simbolizado por la regeneración y fertilidad del Nilo. Fue aquí donde los reyes mandaron levantar un cenotafio donde los faraones colocaban una estela con su nombre inscrito aguardando que tras su muerte pudieran realizar en barco la última travesía hasta llegar a ciudad santa. Ya en la ciudad y sobre la ribera occidental del río Nilo, se sitúa el Templo de Seti I, levantado por el segundo faraón de la dinastía XIX, Seti I y consagrado a su padre Ramsés I y al dios Amón-Ra. La construcción es de una importancia vital, no solo por su increíble arquitectura sino también porque posee grandes escenas representadas en torno a la vida de Seti I y su hijo Ramsés II, las cuales representan un sustancial documento religioso e histórico. De hecho, aquí se encontraron una de las raras Listas Reales que menciona a 77 reyes del Antiguo Egipto desde Menes, de la I Dinastía, hasta el propio Seti I, lo que ilustra cómo entendían los egipcios su propia historia. Erigido en piedra caliza, su planta posee forma de L y cuenta con 7 grandes entradas dedicadas a los dioses Osiris, Isis, Horus, Amón-Ra, Ra-Horajty, Ptah y al faraón que da nombre al templo. Una de las escenas más llamativas y extraordinarias del interior es la imagen de Seti frente a Osiris. El Santuario de Osiris conecta con cámaras interiores dedicadas al dios, a su hijo y a su mujer, a Isis y a Horus, e incluso al omnipresente Seti. Entre sus particularidades destacan las Siete Capillas Axiales, dedicadas a Seti I divinizado, Ptah, Harmajis, Amón-Ra, Osiris, Isis y Horus.
¿Quieres disfrutar el mejor viaje a Egipto? Escríbenos y te informaremos.
Alberto Bermejo
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
Dubai, ciudad del futuro
Dubái, uno de los 7 emiratos del país, es una magnífica ciudad repleta de contrastes. Es internacionalmente famosa por ser la capital del lujo, el consumismo y la opulencia, pero el carácter de la ciudad va aún más allá. Desde 1966 cuando era un puerto comercial y pesquero, se encontró el primer yacimiento petrolífero y en solo 50 años se ha convertido en algo extravagante y superlativo, algo que despierta el interés de tantos y tantos viajeros, y no es para menos. Sus gigantes y lujosos rascacielos, su arquitectura utópica, sus infinitas terrazas y playas, su ágil ritmo de vida, así como sus ritos y tradiciones que marcan el día a día de los emiratíes, despiertan en los viajeros algo complicado de expresar, pero fácil de imaginar, hacer lo imposible posible. Y es que Dubái no ha perdido el encanto que siempre despiertan los países árabes, aquí donde los grandes edificios crecen como árboles en la jungla y donde la ciudad se dispersa en finos apéndices sobre las aguas creando archipiélagos artificiales en las aguas de color azul turquesa. La Copa Mundial de Fútbol se jugará aquí en invierno de 2022. La gastronomía representa un gran valor en esta ciudad, donde los chefs más internacionales han abierto restaurante; también es bien conocida esta metrópoli por ser el paraíso de las compras.
Alrededor del siglo IV, los sasánidas se establecieron en la zona, pero tras la expansión del islam en el siglo VII fueron expulsados. Desde el siglo XI al XV se prolongó la actividad comercial y marítima, llamando la atención de la pujante Portugal de la época. En Dubái se estableció un protectorado del gobierno británico durante casi 200 años. La ciudad como tal se fundó en el año 1833 por la tribu Bu Glasa. En 1890 y tras la exportación de los productos producidos por la ganadería y la pesca, la economía del pueblo se expandió. No obstante, fue el descubrimiento del petróleo en 1960 lo que cambiaría la situación del emirato significativamente. Tras la creación de los EAU, Dubái puso fin a su dependencia con Reino Unido. Desde 2006 el gobierno de Dubái practica un sistema de monarquía constitucional dirigida por el jeque Mohamed bin Rashid al Maktum. La mayoría de la población residente en el emirato es extranjera, proveniente de los países adyacentes. El país funciona gracias al petróleo, al comercio, a la construcción y a los servicios financieros.
Ya en esta enorme ciudad, una de las cosas más importantes que hacer es visitar la Mezquita Jumeirah. Probablemente la más bonita de la ciudad y la única que los no musulmanes pueden visitar, se trata de una imitación exacta de la Mezquita Al-Azhar de El Cairo, aunque la verdadera es 8 veces más grande. Esta maravilla de la arquitectura islámica es aun más bonita cuando se ilumina durante la noche. Tiene una capacidad para más de 1000 personas. Recuerda visitarla siguiendo los estándares culturales respecto a la vestimenta y comportamiento. El hotel Burj al-Arab es simplemente magnífico y ostentoso. Calificado como hotel 7 estrellas, el precio de una noche ronda los 1500 euros. Posee un diseño que recuerda a la vela del dhow, el barco tradicional árabe. Está situado en su propia isla artificial. Si aún así quieres conocerlo por dentro, puedes entrar a tomarte algo al Skyview Bar, aunque la consumición mínima es de 50 euros. A menos de 1 km se encuentra el resort de lujo Madinat Jumeirah, situado junto al golfo Pérsico y privilegiado por poseer su propia playa privada. Es considerada una ciudad en miniatura dentro de la gigantesca Dubái. Posee 3 espléndidos hoteles, junto a una enorme cantidad de apartamentos de verano tradicionales, más de 50 restaurantes, locales de ocio y nocturnos y multitud de actividades a lo largo y ancho de sus 40 hectáreas. El resort cuenta con una red fluvial de más de 5 km con sus propias embarcaciones. A 10 minutos por carretera se encuentra la superlativa isla artificial Palm Jumeirah, un sorprendente y asombroso proyecto que permitió construir una enorme isla artificial con forma de palmera. Lo impactante es que donde antes había agua ahora hay 31 km2 ganados al mar. Su forma de palmera posee un tronco que alberga la avenida principal y conecta con 17 ramas de uso hotelero o residencial. Para poder acceder a las ramas debes ser residente, sino no podrás entrar. El lugar cuenta con túneles y un rompeolas que protege la gigantesca estructura artificial. Aquí mismo se encuentra el ostentoso y lujoso complejo hotelero Atlantis, construido al final de la isla de palmera. El hotel es de los más emblemáticos de Dubái y es una réplica del que existe en las Bahamas. El lugar cuenta con 46 hectáreas, 17 de las cuales son para un parque acuático. También cuenta con bares y restaurantes.
Otro plan muy interesante es tomar un Crucero en Dhow Tradicional por el Creek de Dubái, desde donde se pueden apreciar los monumentos de la ciudad mientras se navega en un barco tradicional árabe, construido como se hacía en la antigüedad, pero con todas las comodidades. Aquí se puede degustar un buffet y disfrutar de una velada tranquila y agradable. No podemos estar más de acuerdo con aquellos que dicen que Dubái lo tiene todo, una experiencia inigualable.
La zona más antigua de Dubái, Al Bastakiya, podría ser traducida como “lugar iraní”, ya que en sus tiempos remotos la mayoría de los ciudadanos venían de Irán. Gran parte de sus edificaciones fueron erigidas hace más de 120 años, todas fieles a la arquitectura tradicional árabe. Sus construcciones son grandes caserones, elegantes cafés, exposiciones de arte y teterías reformadas que mantienen el ambiente de la tradicional y bella Dubái.
En suma, Dubai, es uno de esas ciudades totémicas y hedónicas, inclasificables, que merece la pena recorrer en profundidad.
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
Viaje a Vietnam Oneira Semana Santa 2020 - Un viaje a tus sueños
¿Conoces Vietnam? Oneira club de viajeros organiza un viaje en grupo para Semana Santa de 2020, con excelentes servicios, un viaje inolvidable.
Viaje a Vietnam - 15 días - Hoteles 5***** (Hanoi 4****)
Semana Santa del 7 al 21 de abril de 2020.
(Este viaje será reprogramado para final de año o para 2021, tan pronto como la crisis del coronavirus quede resuelta en todo el mundo)
Con todas las visitas y excursiones, viaje en grupo completo, con servicios extra y múltiples actividades.
Extensión Opcional: 4D/3N en Siem Reap (Templos de Angkor)
Existe un lugar donde la magia cobra carta de naturaleza y la belleza se manifiesta a cada paso. Allí fuimos con distintos grupos en nuestro proyecto anterior, en 2012, 2014, 2015 y 2018. Y allí regresamos.
En 2020 lo hacemos con una propuesta renovada y enriquecida, con los mejores hoteles y servicios.
Vietnam es un lugar donde la belleza se manifiesta a cada paso. Un lugar con una naturaleza sorprendente, exótico y sugerente. Con una gastronomía considerada entre las mejores de Asia. Con su gente maravillosa. El sueño dorado de todo viajero, donde el viaje se experimenta con placer. Allí la naturaleza regala altas montañas y arrozales, y también mercados y gentes maravillosas en el norte, SAPA, al borde de la frontera China, o en el Delta del Mekong en el sur, donde hemos previsto una excursión muy especial. Vietnam nos ofrece maravillas como la Bahía de Ha Long, uno de los parajes naturales más impresionantes del planeta, donde disfrutaremos un maravilloso crucero, muy cerca de la vibrante Hanoi, la capital más sugerente de Asia. Un lugar milenario, repleto de tesoros artísticos y arquitectónicos sin parangón, como descubriremos en Hoi An, o en My Son, Da Nang y Hue. Y hacia el sur de esta inefable nación hallaremos también las huellas de un país dinámico y repleto de energía, con Saigón (en la actualidad, Ho Chi Minh) como centro cosmopolita.
.
Te invitamos a que seas un privilegiado testigo de todo ello, en un viaje fascinante de ONEIRA club de viajeros, para descubrir Vietnam, y vivirlo con tus cinco sentidos.
.
Toda la información del viaje en nuestra Web Oneira
https://oneira.es/vietnam-2020-semana-santa/
Incluyendo vuelos, precios, hoteles reservados, condiciones, etc.
Programa descargable en PDF desde portada.
Si lo deseas, podemos hacerte llegar un dossier completo de más de 40 páginas con toda la información de Vietnam de interés para los viajeros.
Más información:
Oneira club de viajeros (Un viaje a tus sueños)
Alberto Bermejo - info@oneira.es
Reserva de plaza en la agencia de viajes:
MAS QUE UN PLAN AGENCIA DE VIAJES – David Esteso
C/ Calderón de la Barca, 2 - 03004 Alicante
Título/Licencia CV-m1833A
David Esteso - 965207555 - 699421525 - ClubViajeros@MasQueUnPlan.com
PLAZAS LIMITADAS
Oneira club de viajeros
www.oneira.es
Un viaje a tus sueños
info@oneira.es
Viajeros en el Tercer Reich, un libro de Julia Boyd
Ático de los libros nos presenta un título fascinante en su fondo editorial, publicado el 2 de octubre de 2019: Viajeros en el Tercer Reich. El auge del fascismo contado por los viajeros que recorrieron la Alemania nazi, de Julia Boyd (1948). Me ha llamado profundamente la atención este ensayo. Años antes de que se desencadenara la Segunda Guerra Mundial en Alemania el régimen de Adolf Hitler ya ofrecía pistas sobre lo que sucedería años después. Los extranjeros que visitaban como turistas el Tercer Reich realizaron sus propios relatos de primera mano sobre lo que descubrieron en la Alemania de entreguerras, con el nacionalsocialismo copando todo el poder. La autora ha recopilado y resumido las experiencias de estos pretéritos e intrépidos turistas.
El libro recoge misivas, memorias y diarios redactados por los viajeros de aquel entonces, en su mayoría diplomáticos, políticos, universitarios, trabajadores sociales, hombres de negocios, escritores y extranjeros desposados con alemanes. Entre ellos, Charles Lindbergh, Virginia Woolf, Samuel Beckett, W.E.B. Du Bois, Ji Xianling y tantos otros. Se sabe que hacia 1937 el número de norteamericanos que viajaron por la Alemania nacionalsocialista fue de medio millón al año. Estos relatos son excepcionales, pues resume de forma objetiva la historia y vivencias perturbadoras, absurdas, triviales y conmovedoras de cientos de testigos oculares en los años veinte y treinta del siglo pasado, que se toparon con las complejidades del Tercer Reich y sus contradicciones.
Sin embargo, no siempre se puede ser objetivo; todos sabemos que la ideología y la política nos concierne desde la cuna y nos coloca unos anteojos (yo diría anteojeras) característicos cuando analizamos el mundo. Entre las conclusiones de Boyd afirma que pocos viajeros cambiaban de impresión tras su viaje. Dice la autora que los “de derechas se encontraron con un pueblo confiado y trabajador que trataba de sobrellevar las injusticias del Tratado de Versalles y, al mismo tiempo, intentaba proteger al resto de Europa de los bolcheviques”, encontrando a Hitler como “un hombre modesto, totalmente sincero y entregado a la causa de la paz”. Los de izquierdas, por su parte, “hablaban de un régimen cruel y opresivo alimentado por políticas obscenamente racistas que utilizaban la tortura y la persecución para aterrorizar a sus ciudadanos”. ¿Acaso estos individuos hicieron el mismo viaje a Alemania?, pues sí que lo hicieron.
Los turistas más antisemitas disculpaban el trato que recibían los judíos en su país o bien lo consideraban un tema interno evitando inmiscuirse, o directamente sugerían que los judíos merecían lo que les pasaba. Thomas Wolfe fue muy duro con el régimen nazi tras una visita que realizó a Alemania, siendo testigo de algunas conductas abusivas hacia judíos, escribiendo su libro Tengo algo que deciros (Caralt 1989) provocando la prohibición de sus obras en Alemania a partir de su publicación original.
Los nazis se esmeraban en que los viajeros, especialmente americanos e ingleses, fueran atendidos con respeto y cordialidad en su país. La autora también muestra como el antisemitismo estaba más extendido de lo que pensamos en países que luego pelearían contra Alemania. Un ejemplo el de John Maynard Keynes, que tras un viaje a Berlín indicó: “Si viviera aquí, siento que quizás me convertiría en un antisemita, pues el pobre prusiano es demasiado lento y torpe para el resto de los judíos…”
Julia Boyd, la autora de este excelente trabajo fue responsable del Winston Churchill Memorial Trust, además de una investigadora de gran nivel que ha revisado incesantemente archivos de todo el mundo para buscar documentación original para sus libros. Es esposa de diplomático y vivió en Alemania desde 1977 hasta 1981. Actualmente vive en Londres y es autora de tres libros de historia.
Tenéis información y documentación adicional sobre este libro en la revista EL CULTURAL publicada este fin de semana 23-24 noviembre 2019.
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
El Centro Histórico de La Habana (Cuba)
El centro histórico de la Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982, es el conjunto colonial más grande de América Latina. Date una vuelta por La Habana Vieja y déjate seducir locamente por esta increíble ciudad caribeña. Abre tus ojos y oídos y comienza a andar por este maravilloso lugar repleto de recuerdos de una época de mayor esplendor. El puerto y la Plaza de Armas, fortalezas, monumentos antiguos, museos, palacios, bares y restaurantes e iglesias son muchas de las joyas arquitectónicas que se pueden encontrar aquí. Vamos a recorrerla y conocerla mejor, sigue leyendo nuestro blog Oneira.
Aquí se encuentra espléndida la Catedral de San Cristóbal de la Habana, considerada una de las más bellas de América por su maravillosa fachada barroca. Sus obras empezaron en 1748 bajo el control de los jesuitas, pero tras el conflicto sufrido con la Corona española, todos los jesuitas fueron expulsados de la isla. Según se cuenta, los restos de Cristóbal Colón estuvieron en la isla durante 2 años, hasta 1798. A la izquierda del púlpito hay una placa que indica lo mismo, aunque no existe documentación referente a ello. La fachada cuenta con dos torres asimétricas (el diseño en plano no cabía en la realidad) junto a abundantes columnas y hornacinas, descritas por el escritor Alejo Carpentier como “música hecha piedra”. La Plaza de la Catedral es uno de los emblemas de la Habana Vieja. Aquí es donde se encuentra la Catedral y es muy común encontrarse con las conocidas santeras, mujeres que adivinan el futuro o te leen la mano entre otras cosas. A través de la Calle Empedrado se llega a la Plaza de Armas, levantada en 1520 sobre el lugar donde se fundó la ciudad y donde se sitúa el Palacio de los Capitanes Generales, convertido en museo. En esta misma plaza se encuentra el Castillo de la Real Fuerza, uno de los 3 castillos responsables de la protección de la ciudad y también un mercadillo de libros sobre la revolución y sobre grandes personajes cubanos como Fidel Castro, Ché Guevara, José Martí, Camilo Cienfuegos, etc… A menos de 5 minutos de la Plaza de Armas se encuentra la calle Mercaderes y la calle Obispo, agradables lugares donde pasear lleno de tiendas, flores y música. A modo de museo de arquitectural colonial al aire libre, la calle Obispo está rodeada de edificios de los siglos XVI al XIX, entre ellos tiendas históricas y antiguas farmacias. Esta calle une dos almas arquitectónicas del corazón histórico de la ciudad, el estilo colonial y el estilo art nouveau junto a elementos de otras épocas.
Ahora bien, si lo que te apetece es tomarte un cóctel, debes visitar la Bodeguita del Medio. El lugar se convirtió en un punto de encuentro de artistas, políticos e intelectuales, entre ellos Pablo Neruda, Gabriel García Márquez, Alejo Carpentier y lógicamente Ernest Hemingway. Hemingway vivió durante más de 6 años en la habitación 511 de la última planta del Hotel Ambos Mundos, un lugar muy visitado por los viajeros de la isla. Conoció a la perfección La Habana y muchos de los establecimientos de la zona aprovecharon su enorme influencia para asentarse. Otro cóctel muy típico es el daiquirí, inventado en el Floridita, un restaurante que cuenta con un busto de Hemingway esculpido por Fernando Boada. Quien confeccionó la famosa bebida fue el camarero Constantino Ribalaigua en 1930, hecho a partir de ron blanco con limón, azúcar, unas gotas de marrasquino y hielo, sabor respaldado por el propio Hemingway. El mismo escritor realizó sus novelas más famosas en Cuba. En la finca La Vigía se dio cuenta de que había ganado el Premio Nobel en 1954: “Este premio corresponde a Cuba, pues mis obras fueron realizadas e imaginadas aquí, con el pueblo de Cojímar, de donde soy ciudadano”. A 10 minutos de distancia del Floridita está la Plaza Vieja, levantada en 1559 con el nombre inicialmente de Plaza Nueva. Es una plaza porticada con una sucesión de edificios históricos de 4 siglos diferentes. El más conocido es la Casa del Conde Jaruco, de estilo hispanoárabe y barroco. Los siguientes dos edificios son del siglo XVII y el último es el hotel-palacio Cueto. Justo enfrente se encuentra el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales. El Palacio de la Artesanía es un antiguo edificio inaugurado en 1780 como hogar del prestigioso Mateo Pedroso. Es un complejo comercial, histórico, recreativo y cultural repleto de cubanía situado en un antiguo palacio de carácter barroco. Obviamente y como en toda La Habana, la música en directo es completamente normal.
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
Enlaces e Información Viaje a Egipto Oneira diciembre 2019
Amigos de Oneira club de viajeros: en breve iniciamos una apasionante aventura por las tierras del Antiguo Egipto, en diciembre de 2019. Los viajeros apuntados a este viaje van a disfrutar de una experiencia fascinante en el país de los faraones, de la mano del afamado egiptólogo Doctor Sayed Salama, que será nuestro guía acompañante de lujo. Hemos previsto experiencias muy especiales en nuestro recorrido.
Siempre nos gusta acompañar cierta información de especial interés para los que nos acompañarán en este periplo, en especial de carácter cultural, aunque ya hemos ido publicando artículos de interés en nuestro blog Oneira y compartido información con nuestros amigos viajeros en nuestro dossier que servirá de programa de viaje para todos vosotros. No os perdáis revisar el enlace a @ProyectoDjehuty dirigido por españoles.
No quiero dejar de compartir con vosotros un enlace fundamental, el del Proyecto Djehuty @ProyectoDjehuty www.excavacionegipto.com En Facebook. Este proyecto tiene como objetivo la excavación, restauración, publicación científica y divulgación de un conjunto de monumentos funerarios y enterramientos en la colina de Dra Abu el-Naga (al norte de la antigua ciudad de Tebas). La clave de este proyecto es que está dirigido por españoles, desde el Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC Madrid, y su alma mater es José Manuel Galán un afamado egiptólogo español, Director del proyecto. Merece la pena echar un vistazo a la información en la Web, el diario de las excavaciones, el material audiovisual. Indispensable para todo amante del Egipto faraónico; para conocer la actividad de los españoles en el país.
Un libro, muy especial. Especialmente editado. “Tutankhamón. El viaje por el Inframundo”. Una exquisitez de Sandro Vannini, publicada en el centenario de la primera expedición de Howard Carter. Vannini es un experto fotógrafo, especializado en la reproducción fotográfica de murales y objetos del antiguo Egipto. Una guía iluistrada sobre el viaje de este faraón tras su muerte. Para deleitarse con ella sin prisas. Yo estuve ojeándola en una librería madrileña.
Abordamos a continuación algunas noticias sobre Egipto. Descubierta una necrópolis predinástica en Ismailia. Perteneciente a ese período un tanto oscuro que se desconoce extraordinariamente. Una cronología entre 3300 – 3150. Aquí tenéis algo de información.
En su búsqueda de las tumbas de Nefertiti y la esposa de Tutankhamón, Zahí Hawass, el incombustible egiptólogo egipcio (y Exministro de Antigüedades) se ha topado con hallazgos de importancia en los valles de los Reyes y de los Monos. Estos descubrimientos se vinculan a personas que horadaron en el desierto tumbas para los faraones: preparación de ajuar funerario, áreas de descanso para los artistas y obreros, talleres, etc. En este caso no se trata de objetos pertenecientes a la realeza, sino vasijas y todo tipo de elementos que cuentan la historia de las gentes que construyeron las tumbas del Valle de los Reyes.
Todos somos un poco fans de los trabajos de National Geographic. Aquí tenéis un enlace donde encontraréis fotos preciosas del lugar que vais a visitar.
Si tenéis Netflix o Movistar tendréis acceso a múltiples documentales sobre Egipto. Me encontré no obstante este otro documental en Internet de lo más interesante: El Libro de los Muertos un documental de lo más completo (hora y media) que profundiza en las creencias de los antiguos egipcios tras la muerte, con historias de tumbas y de momias. Fascinante. Buena calidad. Lo tenéis en Youtube.
Valgan todos estos enlaces e informaciones como introducción a nuestra aventura de diciembre. ¡En dos semanas salimos de viaje a descubrir los misterios del Antiguo Egipto! Nos vemos en los viajes.
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
Wadis de Omán, Sur y Musandam
Nos quedan pocas semanas para disfrutar en grupo uno de los territorios más hermosos de Oriente Medio. Será nada mas comenzar el año 2020. Descubriremos juntos Omán y Emiratos Árabes en enero 2020. Si quieres descubrir este tesoro con tus amigos de Oneira, han quedado libres unas plazas recientemente. Hoy volvemos a hablar de Omán, de variados paisajes, para centrarnos en sus oasis y wadis. El génesis nos relata que lo primero que Dios creó fue un jardín llamado Edén, un oasis lleno de árboles, plantas y riachuelos. Estas piscinas naturales salpican la geografía de Omán. El Wadi Shab es uno de los más hermosos del mundo, que conoceremos.
Al norte de Al-Kamil y ascendiendo en zigzag por la cordillera de Hajar atravesando un precioso paisaje de tonos ocres y rojos se alcanza Wadi Bani Khalid. El lugar está compuesto por un conjunto de pueblos y plantaciones situados cerca del wadi (valle o cañón). El agua brota durante todo el año de un manantial en la parte superior del wadi, lo que beneficia la aparición de abundante vegetación y lo que provoca que el lugar se convierta en una tierra tan fértil y bella. La mayoría de viajeros se dirigen hacía el nacimiento del manantial, donde se encuentran una serie de piscinas naturales profundas que alegran a cualquiera. Las ganas de bañarte en un lugar como este, que posee un paisaje tan inverosímil de aguas cristalinas harán que apenas quieras adentrarte al interior del cañón.
Tras unas horas recorriendo la carretera en dirección norte se alcanza la ciudad costera de Sur. Capital de la región de Ash Sharquiyah, cuenta con una población aproximada de 120 mil habitantes y se encuentra a 150 km de la capital del país, Mascate. Históricamente, la ciudad ha sido conocida por ser un punto de destino importante entre los marineros. Alrededor del siglo VI, Sur fue un centro de comercio importante con el este de África. Durante el siglo XVI estuvo gobernada por los portugueses, pero fue liberada por el Imán omaní Nasir ibn Murshid que facilitó una reanimación económica gracias al comercio con la India y el este de África. Este crecimiento se vio disminuido cuando los británicos prohibieron el comercio de esclavos. La ciudad entró en declive cuando se abrió el Canal de Suez mientras veía que el comercio con la India se desvanecía. La ciudad goza de un bonito paseo marítimo, playas magníficas, dos fuertes y una importante tradición de construcción de dhows (barcos de madera tradicionales). Su paseo marítimo ofrece unas vistas increíbles del precioso pueblo de Ayjah. De hecho, en la antigüedad los dhows eran transportados a buen puerto junto a las 3 atalayas de Ayajh, que señalan el ingreso a la laguna, donde aún se puede apreciar como arreglan los barcos. Al contemplar la faena de los trabajadores de los astilleros de dhows de la ciudad, puliendo a mano los tablones de madera, el viajero no necesitará mucho tiempo en darse cuenta de apreciar el verdadero arte sucedido por los maestros artesanos, de generación en generación. Wadi Shab es un lugar capaz de dejar sin palabras a cualquier viajero. Tras adentrarse al interior del valle se llegaba a algo parecido al edén de los wadi, ya que aquí el agua fluye sin parar y se puede recorrer el lugar a nado durante largo tiempo. Aquí el agua sigue siendo azul turquesa y transparente y cuanta más luz, más maravilloso es el lugar. El tiempo y conociendo ya Wadi Bani Khalid sólo nos permitirá realizar una parada fotográfica.
FIORDOS DE MUSANDAM, LA NORUEGA DE ARABIA
Cliché o no, los delfines que se escurren entre estos fiordos al más puro estilo noruego son el objetivo y deseo de la placentera península de Musandam, al sur del estrecho de Ormuz y separada del resto de Omán por la costa oriental de los EAU. El lugar destaca por sus khors (fiordos) al estilo nórdico bañados por las aguas marinas. De ahí que este maravilloso lugar sea conocido mundialmente como la Noruega de Arabia gracias a sus atractivas y altas montañas, la brisa del mar y sus fiordos. Lógicamente son cosas distintas y puede ser muy atrevido compararlas, pero eso no quita que sea encantador lanzarse al agua con un dhow (el barco tradicional árabe), disfrutar de un almuerzo agradble y relajarse en este extraordinario lugar. La zona cuenta con una de las biosferas más particulares y sorprendentes del mundo, con una apasionante vida marina que traspasa las montañas de Haja a lo largo de 16 km y que cuenta con corales, peces, invertebrados y tortugas entre sus huéspedes. Sus aguas cristalinas y tranquilas de color azul turquesa resaltan los maravillosos acantilados de piedra caliza de color blanco. Si se tiene suerte, se puede observar a los delfines acercándose a las embarcaciones y acompañar a los viajeros como si de escoltas se tratasen. Otro elemento esencial del viaje en barco es la posibilidad de darse un baño en estas magníficas aguas, con la posibilidad de hacer buceo o simplemente disfrutar del paisaje con una deliciosa bebida fría en la mano.
¿Nos acompañas en nuestra aventura de enero de 2020?
Alberto Bermejo
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
Un viaje a tus sueños
info@oneira.es
Callejeando por La Habana (Cuba)
La Habana es inacabable. Y viajar a Cuba es como retroceder en el tiempo varias década. Hay cientos de experiencias que podemos disfrutar en la capital de Cuba. Una de ellas es un Paseo en Coches Clásicos por la ciudad de La Habana, donde se puede disfrutar de vehículos descapotables clásicos americanos de los años 50. Es como viajar en el tiempo, uno se siente cruzando La Habana de la época revolucionaria y visualizando las zonas más importantes de la ciudad. Gracias a restauraciones milagrosas consiguen circular pese a que algunos ya han superado su "edad de jubilación". Os contamos la historia sobre estos coches antiguos y algunas visitas que son imprescindibles en la Habana, y no acabamos en este post...
A causa del embargo comercial norteamericano decretado en Cuba en 1962 con el fin de intentar frenar la Revolución Cubana, el país se vio imposibilitado para obtener recambios de las marcas Chevrolet, Plymouth, Dodge, Packard y otras marcas estadounidenses que estaban establecidas en el país. A causa de esto los cubanos tuvieron que emplear al máximo su imaginación y hacer uso de cualquier recurso local para mantenerlos en funcionamiento: desde motores procedentes de tractores soviéticos hasta refrigeradores obtenidos en antiguas neveras pasando por cualquier chapuza que diera vida al coche de nuevo ya que en muchas ocasiones era la única forma de contar con uno. Algunos periodistas cubanos creen que el nombre se debe a la forma de almendra que estos coches de los 50 poseen. Otros dicen que a causa de los constantes cambios de color y material se parecen a una. De hecho, el propio gobierno castrista ya considera estos vehículos como parte del patrimonio nacional. De cualquier forma todo viajero puede disfrutar de un paseo por esta perla del Caribe, realizando un viaje en el tiempo y sintiéndote como una diva (o divo) del Hollywood de los años 50.
Otro lugar que puedes visitar en la Habana es el Museo de la Revolución, un museo-palacio que cuenta la historia reciente del país desde el punto de vista del castrismo. Aquí se guarda el despacho desde donde gobernaba el antiguo dictador Fulgencio Batista y numerosas estancias donde se reunían los ministros. Otro lugar es el Parque Central, insólito ya que no posee forma de parque. Todo surgió porque Nueva York tenía un “Central Park” y los cubanos también querían uno, por lo que le quitaron un trozo de calle al Paseo del Prado y de ahí su forma peculiar. Otra de sus curiosidades es que está cercado por 3 grandes hoteles. El Hotel Inglaterra, establecido por los españoles; el Hotel Telégrafo, construido por los americanos y el Hotel Parque Central levantado por la Revolución. Dicho de otra forma, 3 hoteles construidos durante los 3 procesos de la historia reciente del país. Este parque cuenta con una estatua de mármol de José Martí de 1905. Otro edificio representativo es el Gran Teatro de La Habana, un espléndido edificio ubicado en el Paseo del Prado y sede del famoso Ballet Nacional de Cuba. El Capitolio Nacional, hecho a partir de caliza blanca de Capellanía y granito, es una de las construcciones más representativas de La Habana. Es idéntico al de Washington, pero los cubanos presumen de este ya que posee un metro más de ancho, un metro más de alto, un metro más de largo y cuenta con muchos más detalles. Su levantamiento comenzó en 1926 por orden del dictador cubano Gerardo Machado con respaldo de los estadounidenses. Para hacer frente a la obra hicieron falta más de 5 mil obreros y casi 3 años y medio de trabajo junto a una inversión de 17 millones de dólares. Al principio fue usado como sede del Parlamento Cubano, pero desde 1959 alberga la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología y la Academia Cubana de las Ciencias. Posee una cúpula de 62 metros junto a una copia de la estatua de bronce del escultor Giambologna. Justo debajo de la cúpula y en la segunda planta hay un diamante de 25 quilates. A 15 minutos del Capitolio está el Malecón, el mítico paseo marítimo de 8 km de longitud que conecta la Habana Vieja y Miramar. Un lugar para disfrutar de la puesta de sol, la música improvisada de algún grupo local a la vista de los edificios más emblemáticos, una cerveza fresquita, ver a los pescadores habaneros terminando la jornada y a niños saltando de las rocas al mar, pararte a hablar con los locales e intentar empaparte del ritmo cubano.
El famoso Callejón de Hamel, situado cerca de la zona de Vedado en el barrio de Cayo Hueso, es una referencia cultural del legado africano del país en su máximo esplendor a base de esculturas conmovedoras, arte urbano, fachadas multicolores, letras, símbolos, imágenes de dioses africanos y diablitos Abakuá. El proyecto cultural comenzó en los años 90 de mano de su artista más importante, Salvador González Escalona. El callejón es como un lugar de fantasía donde la creatividad se puede saborear, escuchar, observar, sentir y oler. El cóctel típico de la zona es el Negrón, hecho a partir de ron, miel, albahaca y mucho hielo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 y al otro lado de la Bahía de la Habana está el Complejo Histórico Militar Morro – Cabaña, obra del arquitecto militar italiano Giovanni Bautista Antonelli comenzada en 1589 por orden del gobernador Juan de Tejeda. El Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro fue ideado para divisar a los barcos enemigos, especialmente los de los corsarios. Era muy común que barcos repletos de tesoros del Nuevo Mundo atracaran en La Habana en su destino hacia España, por lo que era de vital importancia su defensa. El faro del Morrillo, el lugar más alto de toda la colina, se hizo a partir de piedra y mantiene la lámpara original, la cual tiene una capacidad de alumbramiento de 30 km de radio. En la actualidad, el castillo junto a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña forman el Complejo Histórico. Esta última fortaleza se construyó después de recuperar la ciudad una vez fue conquistada por los británicos en 1762. Las tropas españolas necesitaron más de 11 meses para reconquistar La Habana, valiéndoles de escarmiento para fortificar la colina que controlaba el puerto. La fuerte remodelación costó casi 15 millones de pesos, un elevado precio que, según la tradición oral, cuando el rey español Carlos III fue avisado al respecto, demandó un catalejo alegando que una construcción tan costosa debía observarse desde sus aposentos en Madrid. La Cabaña es un enorme polígono que mezcla el típico diseño de las escuelas militares de Francia junto a elementos del ingeniero español Silvestre Abarca. La Habana es una ciudad enorme, de ahí la enorme necesidad de grandes descripciones.
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
Minorías étnicas en Vietnam
En Vietnam conviven 53 minorías étnicas (aproximadamente 14 millones de individuos) con una larga historia de independencia, y en su mayoría se concentran en el norte del país, en las exuberantes montañas que conforman la frontera natural entre China y Laos. Cada etnia tiene sus propias costumbres, idioma, vestimentas y creencias religiosas. Los medios de comunicación las muestran como primitivas y exóticas, y lo cierto es que se encuentran en el nivel más bajo de la escala económica y educativa del país. A nosotros como viajeros nos sorprenderán, cuando visitemos el área norte del país, Sapa, uno de los platos fuertes de nuestro viaje Oneira a Vietnam . En nuestro itinerario por ese paraje montañoso, los trekkings previstos, el conocimiento de pueblos, aldeas y mercados, descubriremos las minorías étnicas más importantes, vietnamitas que se acercan curiosos a conocer a los hombres y mujeres blancas venidos de Europa. Toda una experiencia antropológica que nos fascinará. Vamos a conocer mejor a las etnias más importantes de Vietnam.
Tay (1,6 millones de habitantes). Habitan las zonas menos elevadas entre Hanoi y la frontera china, en particular en Ha Giang. La vivienda típica de esta etnia se erige sobre pilares y hecha de madera. Viven principalmente de la agricultura. Se identifican por su color de traje índigo, muy sencillo. Cuentan con un rico acervo folclórico y una tradición literaria que incluye leyendas, cuentos de hadas y cantos. Son seguidores del budismo, confucianismo y el taoísmo, venerando también a genios y espíritus locales.
Thai (1,5 millones de habitantes). Originarios del sur de China. Habitan zonas montañosas del norte y también en la parte norte del centro de Vietnam. Cuentan con su propio sistema de lenguaje. Sus casas son similares a las de la minoría Tay y también cultivan el arroz. Los Thai blancos visten prendas blancas con falda negra y también blusas negras. Las muchachas Thai tienen costumbre de bañarse desnudas al aire libre. Están muy experimentados en el trabajo con la tierra. En lo espiritual son animistas y mantienen la tradición de culto a sus antepasados.
Muong (1,4 millones de habitantes). Dominada por varones, se encuentran en la provincia de Hoa Binh en el norte de Vietnam. Viven en aldeas de palafitos. Su literatura, poemas y música son célebres, como también lo son los ritmos de gongs, los bailes de senh tien, su folclore y la ceremonia de Mo Muong. Rinden culto a sus antepasados y conviven con genios a su alrededor (el del suelo, el de las aguas…). Las mujeres llevan falda en forma de tubo, con tejidos de color.
Hmong (Un millón de habitantes). Se encuentran esparcidos por las montañas del norte de Vietnam. Se dividen en diversos grupos con indumentarias diversas. Son cultivadores y no ganaderos. Llegaron a Vietnam hace 300 o 500 años. Construyen sus casas en pendientes orientadas hacia arroyos y manantiales. Son animistas. Piensan que todos los objetos tienen alma y en la casa conviven con todo tipo de espíritus. La autoridad del patriarca es muy fuerte y el linaje es muy importante. Cultivan arroz y crían animales.
Nung (800.000 habitantes). Viven en pequeñas aldeas en los territorios alejados del noreste. Son artesanos. Son parte de la nacionalidad zhuang de China meridional. Con sus canciones celebran acontecimientos importantes. Viven en comunidad, apoyándose mutuamente. Y son celosos de la identidad cultural de su pueblo. Combinan ritos de culto ancestrales.
Jarai (350.000 habitantes). Elaboran de forma artesanal tejidos, cestería e instrumentos musicales. Se asientan en las montañas del centro de Vietnam. Son animistas y rinden culto a sus antepasados y a la naturaleza con la intermediación de distintos anfritriones o genios (yang). Sus cementerios son elaborados y muestran efigies de los difuntos a modo de tótem.
Sedang (150.000 habitantes). También ocupan las montañas del centro-sur de Vietnam. No emplean apellidos y afirman una igualdad total entre los sexos. Entre sus costumbres se encuentra abandonar las tumbas y dar a luz en la linde del bosque.
¿Te vienes con Oneira club de viajeros a conocer el norte de Vietnam y descubrir sus pobladores?
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es
La Habana, el alma de Cuba
La Habana, con más de 2 millones y medio de habitantes, es el corazón y el alma de Cuba, la capital de su bien amado país, su ciudad más característica, su pasión y su pesar. Es su ron, su son, sus mojitos, su ropa vieja, sus guayaberas, los atardeceres en El Malecón, la combinación entre estilo colonial y modernidad, los coches antiguos, es retroceder en el tiempo 70 años, una ciudad nostálgica y decadente pero también ecléctica, es su vitalidad y su exotismo, es una ciudad maravillosa, para que engañarnos.
La Habana posee tal personalidad que te atrapa, una ciudad repleta de paradojas y contradicciones, que cuenta con un casco histórico excepcional, una apasionante arquitectura, la iconografía cubana de la Revolución, el calor de su gente, su gastronomía y su música. Las 4 zonas más importantes de la ciudad son La Habana Vieja, Centro Habana, Vedado y Playa Miramar. Aunque fue fundada en 1519, no fue hasta 73 años después que Felipe II le confirió el título de ciudad, La villa se fortaleció durante el siglo XVII por orden real en nombre de la “Llave del Nuevo Mundo y fortaleza de las Indias Occidentales”, haciendo de La Habana la región mejor defendida de América. Además y durante la misma época se levantaron edificaciones enormes tanto de carácter religioso como civil como es el convento de San Agustín, la Ermita del Humilladero, el Castillo de El Morro, la iglesia del Santo Ángel Custodio, el hospital de San Lázaro, etc… Una de las construcciones más emblemáticas de la ciudad fue el faro ubicado en la fortificación de El Morro, el cual data del siglo XVIII. En 1837 se inauguró el primer tramo de ferrocarril uniendo Güines y La Habana a lo largo de 51 km. Este hecho hizo que Cuba se convirtiera en el quinto país del planeta en poseer línea de tren, lo cual se tradujo una década después en el crecimiento de las industrias del país, entre ellas la tabacalera y azucarera. Posteriormente se fomentó el alumbrado público, el telégrafo, el transporte urbano y los teléfonos. En esta misma época se levantan centros culturales como son el Liceo Artístico y Literario, el Teatro Coliseo y el Teatro Tacón, uno de los más lujosos del planeta. Posteriormente, el país se ve inmerso en tres guerras de independencia representadas por los patriotas de la isla, culminando a punto de finalizar el siglo XIX cuando el acorazado norteamericano Maine se hunde en condiciones aún enigmáticas,provocando un pretexto que EE.UU aprovechó para entrar en combate con la ya débil España y dando lugar a la ocupación de la isla en mayo de 1902. En este mismo mes España firma la independencia definitiva de la isla y Cuba acaba siendo controlada desde la sombra por los estadounidenses.
Durante la etapa republicana del presidente Batista (1902-1958) se levantaron muchos edificios y se ejecutaron numerosos desarrollos urbanísticos, especialmente en el oeste de la urbe. También se construyeron lujosos hoteles, clubes nocturnos y casinos, haciendo de la ciudad la capital del juego en toda la región. De hecho, durante esta época La Habana era conocida como Las Vegas del Caribe, aunque esta situación trajo problemas a la ciudad, como la mafia y los negocios ilegales, haciéndola también conocida como la Gomorra de las Antillas. Todo esto terminó con la culminación de la Revolución Cubana en enero 1959, momento en que los insurrectos liderados por Fidel Castro dieron un golpe de estado que terminó con el totalitarismo de Fulgencio Batista. A partir de este momento se estableció un régimen socialista que nacionalizó todas las empresas y propiedades de los “ricos”. Durante bastante tiempo el régimen estuvo recibiendo apoyo por parte de la URSS pero con su disolución en 1991 empezó una nueva época conocida como Período Especial. Los productos básicos que terminaban en el pueblo fueron controlados férreamente por el gobierno y se produjo una lamentable dejadez de las propiedades de la isla. Ante el embargo por parte del gobierno de los Estados Unidos, Cuba se aferró al turismo como principal fuente de ingresos.
Ya en la ciudad hay cientos de cosas que se pueden realizar. Una de ellas es un Paseo en Coches Clásicos por la ciudad de La Habana, donde se puede disfrutar de vehículos descapotables clásicos americanos de los años 50. Es como viajar en el tiempo, uno se siente cruzando La Habana de la época revolucionaria y visualizando las zonas más importantes de la ciudad. Otra cosa que se debe ver es el Museo de la Revolución, un museo-palacio que cuenta la historia reciente del país desde el punto de vista del castrismo. Aquí se guarda el despacho desde donde gobernaba el antiguo dictador Fulgencio Batista y numerosas estancias donde se reunían los ministros. Otro lugar es el Parque Central, insólito ya que no posee forma de parque. Todo surgió porque Nueva York tenía un “Central Park” y los cubanos también querían uno, por lo que le quitaron un trozo de calle al Paseo del Prado y de ahí su forma peculiar. Otra de sus curiosidades es que está cercado por 3 grandes hoteles. El Hotel Inglaterra, establecido por los españoles; el Hotel Telégrafo, construido por los americanos y el Hotel Parque Central levantado por la Revolución. Dicho de otra forma, 3 hoteles construidos durante los 3 procesos de la historia reciente del país. Este parque cuenta con una estatua de mármol de José Martí de 1905. Otro edificio representativo es el Gran Teatro de La Habana, un espléndido edificio ubicado en el Paseo del Prado y sede del famoso Ballet Nacional de Cuba. El Capitolio Nacional, hecho a partir de caliza blanca de Capellanía y granito, es una de las construcciones más representativas de La Habana. Es idéntico al de Washington, pero los cubanos presumen de este ya que posee un metro más de ancho, un metro más de alto, un metro más de largo y cuenta con muchos más detalles. Su levantamiento comenzó en 1926 por orden del dictador cubano Gerardo Machado con respaldo de los estadounidenses. Para hacer frente a la obra hicieron falta más de 5 mil obreros y casi 3 años y medio de trabajo junto a una inversión de 17 millones de dólares. Al principio fue usado como sede del Parlamento Cubano, pero desde 1959 alberga la Biblioteca Nacional de Ciencia y Tecnología y la Academia Cubana de las Ciencias. Posee una cúpula de 62 metros junto a una copia de la estatua de bronce del escultor Giambologna. Justo debajo de la cúpula y en la segunda planta hay un diamante de 25 quilates. A 15 minutos del Capitolio está el Malecón, un paseo marítimo de 8 km de longitud que conecta la Habana Vieja y Miramar. Un lugar para disfrutar de la puesta de sol, la música improvisada de algún grupo local a la vista de los edificios más emblemáticos, una cerveza fresquita, ver a los pescadores habaneros terminando la jornada y a niños saltando de las rocas al mar, pararte a hablar con los locales e intentar empaparte del ritmo cubano. El famoso Callejón de Hamel, situado cerca de la zona de Vedado en el barrio de Cayo Hueso, es una referencia cultural del legado africano del país en su máximo esplendor a base de esculturas conmovedoras, arte urbano, fachadas multicolores, letras, símbolos, imágenes de dioses africanos y diablitos Abakuá.
El proyecto cultural comenzó en los años 90 de mano de su artista más importante, Salvador González Escalona. El callejón es como un lugar de fantasía donde la creatividad se puede saborear, escuchar, observar, sentir y oler. El cóctel típico de la zona es el Negrón, hecho a partir de ron, miel, albahaca y mucho hielo. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982 y al otro lado de la Bahía de la Habana está el Complejo Histórico Militar Morro – Cabaña, obra del arquitecto militar italiano Giovanni Bautista Antonelli comenzada en 1589 por orden del gobernador Juan de Tejeda. El Castillo de los Tres Santos Reyes del Morro fue ideado para divisar a los barcos enemigos, especialmente los de los corsarios. Era muy común que barcos repletos de tesoros del Nuevo Mundo atracaran en La Habana en su destino hacia España, por lo que era de vital importancia su defensa. El faro del Morrillo, el lugar más alto de toda la colina, se hizo a partir de piedra y mantiene la lámpara original, la cual tiene una capacidad de alumbramiento de 30 km de radio. En la actualidad, el castillo junto a la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña forman el Complejo Histórico. Esta última fortaleza se construyó después de recuperar la ciudad una vez fue conquistada por los británicos en 1762. Las tropas españolas necesitaron más de 11 meses para reconquistar La Habana, valiéndoles de escarmiento para fortificar la colina que controlaba el puerto. La fuerte remodelación costó casi 15 millones de pesos, un elevado precio que, según la tradición oral, cuando el rey español Carlos III fue avisado al respecto, demandó un catalejo alegando que una construcción tan costosa debía observarse desde sus aposentos en Madrid. La Cabaña es un enorme polígono que mezcla el típico diseño de las escuelas militares de Francia junto a elementos del ingeniero español Silvestre Abarca. La Habana es una ciudad enorme, de ahí la enorme necesidad de grandes descripciones.
Hay mucho más, os lo seguiremos contando en otro artículo.
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
info@oneira.es