En julio de 2020 Oneira club de viajeros organiza un espléndido viaje en grupo a Polonia. Una de las mayores sorpresas que se lleva el viajero cuando visita este país es descubrir la gran religiosidad del pueblo polaco. En su gran mayoría, profesan la religión Católica Apostólica y Romana. Y pongo todos los “apellidos”, para llamar la atención del hecho de que  los polacos son muy religiosos. Y esto sorprende extraordinariamente si pensamos que hasta hace bien poco tiempo, Polonia estuvo bajo el control de un gobierno comunista. Ningún país de Europa (excepto en El Vaticano) tiene la Iglesia tanto poder como en Polonia.

Las iglesias católicas influyen mucho en Polonia, en la vida diaria de sus gentes.  La Iglesia, no hace mucho tiempo, influyó poderosamente para aprobar una ley que prohíbe abrir a los comerciantes en domingo. De hecho a partir de 2020 incluso las tiendas pequeñas estarán cerradas: ¿afectará  a nuestro viaje? Veremos. Actualmente, hasta 2019 abren los comercios el primer y último domingo.

Son muchos los templos católicos que hay en el país y se bromea con el número de ellos, por la corta distancia que hay entre unos y otros.  Los grandes defensores de los valores cristianos más tradicionales se descubren ante el liderazgo de la profesión de fe católica en Polonia, frente al cada vez más extendido, eso dicen,  nihilismo europeo. Actualmente son partidos conservadores los que vencen en sucesivos gobiernos polacos.

La Iglesia Católica polaca desempeñó un papel de enorme trascendencia en la caída del comunismo tras el Telón de Acero. El polaco San Juan Pablo II fue una figura clave durante su Pontificado (rodeado de una reverencia incontestable y su recuerdo despierta una devoción que va más allá de lo religioso) y el sindicato Solidaridad era un sindicato pro-libre mercado y católico, ¡un sindicato de derechas!.

El 14 de abril se celebra en Polonia el bautizo del duque histórico Mieszko I, primer rey de Polonia documentado. Este monarca fue bautizado en 966 adoptando el Catolicismo como religión oficial de los polacos, entonces una tribu eslava que vivía a campo abierto, hasta ese momentos, paganos. Esta conversión se ha vinculado de forma innegable con el nacimiento de Polonia como nación.

Históricamente se reconoce que durante la invasión nazi hubo una fuerte persecución religiosa contra los católicos. Hasta 1941 fueron ejecutados 700 sacerdotes y 3000 fueron trasladados a campos de concentración. Más de 1300 iglesias se clausuraron y se prohibió la enseñanza religiosa. Y sin embargo, durante la época comunista Polonia se mantuvo sociológicamente católica. Aunque tras la segunda ocupación (soviética) se produjo una reorientación de la iglesia nacional, produciéndose una vigilancia, control  e infiltración del espionaje soviético entre el clero y en las actividades cristianas. Durante la dictadura comunista, la Iglesia ejerció el papel de oposición gubernamental.

El Sanuario de Jasna Góra en Czestochowa es el principal lugar de peregrinación de los polacos católicos, un templo majestuoso que visitaremos en nuestro periplo por Polonia, donde nos sorprenderemos por el fervor de los fieles, que llegan en masa (algunos hasta de rodillas). Hablaremos de este santuario, del milagro de Jasna Góra y del venerado cuadro de la Virgen Negra de Czestochowa, principal destino de los devotos peregrinos polacos.

Alberto Bermejo 

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