Roma, esa gran desconocida
Cuando el turista común pone los pies en Roma, está pensando básicamente en conocer el Coliseo, el Foro Romano, la Capilla Sixtina, la Fontana de Trevi, el Vaticano, etc. Lugares comunes, que la mayoría reconocemos incluso en fotografía, y que la mayor parte de nosotros ya los hemos visitado en tantos viajes.
En el viaje de Oneira club de viajeros del próximo mes de enero de 2019 hemos decidido incluir lugares menos conocidos de la Roma inmortal. Esa Roma más oculta. Aprovechando una indispensable parada en Roma, para visitar, ver y dormir.
Dedicamos pues este post a esos otros sitios maravillosos que visitaremos en grupo y en los que merece la pena profundizar, ya que nos cuentan historias de Roma sorprendentes. Si tenéis oportunidad de visitar Roma en cualquier momento, os recomendamos que incluyáis estas visitas en vuestro tour. No os arrepentiréis.
Barrio judío de Roma
La mayoría de los puntos de interés en Roma se encuentran dentro de la muralla aureliana, que delimita el centro histórico especialmente en el entorno de la Plaza Navona, el Panteón, Campo dei Fiori, el barrio judío y el Trastévere.
Centrándonos en el barrio judío o también denominado Ghetto de Roma, no es fácil describir en pocas líneas uno de los barrios más cargados de dolor y orgullo en Roma. Ni es fácil imaginar la vida de las gentes que lo habitaron. Este lugar nos muestra su faz más amable entre ruinas, calles olvidadas e historias anónimas que permanecen inmutables en el corazón del barrio y que merece la pena descubrir.
Cruzar las puertas del Ghetto es entrar en una Roma desconocida. Fue en 1555 donde la comunidad judía fue obligada a reagruparse para seguir viviendo en la ciudad, a raíz de la “condena” impuesta por la bula papal promulgada por el Papa Pablo IV, buscando la autoprotección de los cristianos frente a una comunidad extraña y viceversa, buscando la protección de los propios judíos frente a las provocaciones que también recibían..
El epicentro del Ghetto es su imponente Sinagoga, construida entre los años 1901 y 1904, diseñado bajo la corriente del eclecticismo por parte de Vincenzo Costa y Osvaldo Armanni. Su cúpula es visible desde cualquier punto de la ciudad. Actualmente es lugar de culto y alberga el museo del Judaísmo. Destaca asimismo el Teatro di Marcello, que nos recuerda al Coliseo (es más antiguo que éste). Este teatro fue acabado en el siglo XI a.C. Destacable asimismo es el Portico d’Ottavia, construido en el siglo II a.C. y restaurado en el año 191 d.C. en honor a Octavia (hermana de Augusto); fue utilizado en la Edad Media como mercado de pescado. Cuenta la leyenda que entre las ruinas del pórtico sigue presente el espíritu de Berenice de Cilicia, hija de Herodes Agripa I, Rey de los judíos. Otra parada obligatoria en el barrio judío es la hermosa Fontana delle Tartarughe o Fuente de las Tortugas, cuyo origen se remonta a finales de 1.500, basada en un proyecto de Giacomo della Porta y realizada por Taddeo Landini.
El Trastévere
Desde la Via della Lungaretta, y cruzando la muy transitada Viale di Trastevere se acaba en la Piazza Santa María in Trastevere, con una bella fuente medieval en el centro. Es una de las zonas más pintorescas de Roma. La gran concentración de bares y restaurantes en las callejuelas laberínticas hacen de este lugar uno de los más populares para comer y pasar el rato. Un barrio de lo más agradable con un característico aire bohemio. Su trazado medieval, que conserva las estrechas callejuelas típicas romanas, constituyen su principal atractivo. La plaza principal, ya mencionada, está dominada por la Iglesia de Santa María, cuyo tesoro más valioso son los mosaicos del ábside, realizados en dos períodos distintos: la parte superior a mitad del siglo XII y la franja inferior a finales del siglo XIII. En la parte izquierda de la nave principal se observa a San Antonio, que concede deseos. La Virgen de la Clemencia por su parte está tallada a tamaño natural en una capilla lateral.
La Roma subterránea
La sencilla imagen que desde fuera ofrece la Basílica de San Clemente no permite adivinar los magníficos frescos y mosaicos medievales que decoran su interior. Es uno de los templos más extraordinarios de Roma.
Está dedicada a uno de los primeros papas y ejemplifica diferentes etapas de la historia artística y religiosa de Roma. Se levantó en el siglo XII sobre una iglesia del siglo IV, la cual había sido edificada encima de una casa romana del siglo I, a la que se unió un templo dedicado a la deidad pagana Mitra.
El la basílica destacan los descoloridos frescos románicos del siglo XI que ilustran la vida y los numerosos milagros de San Clemente y los frescos renacentistas que decoran la Cappella di Santa Caterina. Los mosaicos, impresionantes, del ábside, datan del siglo XII, que representan el Triunfo de la Cruz, con simbología y decoración cristiana. El coro es de mármol del siglo VI.
Al descender de nivel el viajero encuentra un antiguo camino romano que conduce a una casa romana del siglo I y al templo de Mitra, con un altar con relieve representando a la divinidad sacrificando un toro, junto con las figuras de unos hombres llevando unas antorchas y una serpiente, símbolo de regeneración. El mitraísmo fue unareligión extendida en la Roma imperial que perduró hasta la era cristiana.
Bajo la Basílica de los Santos Juan y Pablo en Roma, donde los apóstoles recibieron sepultura, se hallan los restos de un complejo residencial romano que lleva el nombre de las Casas Romanas del Monte Celio (una de las 7 colinas romanas) en muy buen estado de conservación, con espléndidos murales y mosaicos. Datan de principios del siglo II. Con la construcción de la basílica, este complejo romano fue desapareciendo bajo tierra como parte de la cimentación de la basílica principal. En el siglo XX se recuperó todo el complejo añadiéndose un museo, con la historia del lugar y con un museo con algunos de los objetos encontrados en las excavaciones. Los frescos que decoran la domus real muestran diferentes escenas. Los más interesantes se encuentran en el Aula Orante de uso cristiano y en el de la Confesión, donde se custodiaban las tumbas y reliquias de los mártires. Se cuenta que estas Casas Romanas fueron utilizados por los apóstoles durante su estancia en Roma.
¡Roma y sus misterios! Conócelos acompañándonos en nuestro viaje a Nápoles y Costa Amalfitana el próximo mes de enero de 2019.
Alberto Bermejo
Daniel Bermejo
ONEIRA club de viajeros
Un viaje a tus sueños.