Los Monasterios de Bucovina (DECLARADOS PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO EN 1993) son unos templos pintados extraordinarios, de estilo bizantino, que encontraremos en una región singular, bucólica y acogedora. Encontraremos a nuestro paso mujeres de edad avanzada, con coloridos trajes tradicionales; quizás algunos niños montando a caballo sin montura, o lugareños buscando setas en bosques cercanos. Los frescos que encontraremos en los Monasterios de Bucovina (interiores y exteriores) muestran las habilidades artísticas de los creadores de estas bellas pinturas, una Biblia de imágenes vivas, que han demostrado una gran resistencia al paso del tiempo, pues aquí los inviernos no son como los nuestros.
Estos magníficos monasterios se elevan en un lugar admirable, entre los bosques del norte de Rumanía y representan una auténtica exquisitez artística. Hablamos de la región de Moldavia, desconocida y de gran belleza; uno de los rincones vírgenes de Europa. Los Monasterios de Bucovina muestran en sus muros interiores y exteriores unos singulares frescos que hacen las delicias de los viajeros más curiosos. La estructura fortificada de estos magníficos templos se debe a facilitar la mejor protección del recinto frente al enemigo turco de la época, convirtiéndose en auténticas ciudadelas. Las torres y las dependencias monacales están unidas a las murallas, y en el centro se sitúa la iglesia.
La mayoría de estos cenobios se desplegaron en tiempos de Esteban el Grande, entre los siglos XV y XVI. Al vencer en cada batalla al enemigo, el rey ordenaba levantar un monasterio como exvoto. Algunos murales se afinaron y modificaron con ocasión de la reforma protestante, que rechazaba imágenes y pinturas.
Los murales medievales que podemos contemplar en la visita tenían un objetivo primordial: aleccionar en la fe a la población que mayoritariamente era analfabeta y solo era posible transmitir los valores de la religión mediante dibujos y pinturas. Los murales son una expresión de perfecta armonía entre el hombre y la naturaleza circundante, ensamblado de forma inefable. Las pinturas explican hechos históricos, relatos de la Biblia e incluso vidas de santos. El mejor ejemplo, el Apocalipsis de San Juan explicado en las paredes del cenobio de Sucevita. Algunos de los frescos son bellísimos, como el que mostramos en este artículo.
¿Qué monasterios visitaremos?
Comenzaremos visitando el más grande de Bucovina, el Monasterio de Sucevita, levantado en el s. XVI, también conocido como “la joya verde”, por el espectacular paisaje montañoso que le rodea. Un muro exterior rodea el monasterio, a modo de ciudadela. El fresco más impactante es La escalera de las Virtudes, 32 escalones que llevan al Cielo. Algunos motivos griegos y cristianos se superponen. En el lado sur del pórtico destacan los frescos del Apocalipsis y las Revelaciones de San Juan, ya comentado. En la cúpula del pronaos destaca el Pantocrátor. Todos de gran belleza.
En el recinto fortificado del Monasterio de Moldovita destaca la Iglesia de la Anunciación con frescos de 1537. En una de las pinturas contemplaremos el asedio de Constantinopla en el 626 d.C. por los persas y ávaros. En el interior del santuario, el príncipe pío Pedro Rares ofrece la Iglesia a Cristo.
El Monasterio de Voronet del s. XV, conmemora una victoria sobre los turcos en 1488. Presenta frescos de extrema calidad, en parte por la restauración de 2011. Es conocido como “La Capilla Sixtina de Oriente”. Este monasterio dio nombre a un color, el “azul Voronet” (que figura en catálogos internacionales), por el tono vivo azulado que presenta. Destaca el fresco de El Juicio Final, por su tamaño y detallismo, una verdadera maravilla. Observamos a los ángeles enrollando los signos zodiacales (el fin de los tiempos) con la humanidad en el centro siendo enjuiciada. En otro de los muros, contemplamos historias del Génesis: Adán y Eva, o Caín y Abel. San Jorge, patrón del monasterio, lo vemos luchando contra el dragón. La Iglesia de San Jorge es una de las más bonitas de Rumanía, aunando arquitectura bizantina y arte gótico.
Estos Monasterios de Bucovina no solo representan un depósito inigualable de arte. Su colección de murales artísticos es una verdadera armonía de arte, de gran belleza natural, un verdadero regalo para el espíritu. ¿Te vienes con nosotros a conocerlos? Nuestro viaje a Rumanía es en junio de 2022, más información en nuestra página Web www.oneira.es
Alberto Bermejo | ONEIRA, un viaje a tus sueños
ONEIRA club de viajeros
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