Seguimos esperando nuestro viaje al Antiguo Egipto, que Oneira organiza el próximo mes de diciembre de 2019 y nos complace seguir contandoos cosas maravillosas, término que empleara Howard Carter al admirarse ante la contemplación de los Tesoros de Tutankamón al serle desvelados.

En el Cairo cada barrio es un mundo, estructurado por el peso de su historia. Hacia el 3100 a. de C. Heliópolis fue la capital del primer reino unificado del Alto y Bajo Egipto. Aunque la capital majestuosa y espiritual del Imperio antiguo fue Menfis, de la que apenas quedan vestigios. El tercer punto de referencia en la “prehistoria” de la ciudad fue la fortaleza de Babilonia.

Sin embargo, sita en la desembocadura del Nilo, existió en Egipto una colosal ciudad egipcia actualmente sumergida llamada Heracleion de la que poco sabemos. Thonis era el nombre egipcio original, que cambio a Heracleion, en honor a Heracles, por obra y gracia de Alejandro Magno.  Algunos escritos muy antiguos afirman que Egipto contó con un extraordinario puerto, en una ciudad desconocida. Fue hace 20 años cuando se confirmó su existencia, cuando dejó de ser leyenda para ser una realidad. En el año 2000 el arqueólogo Franck Goddio descubrió un muro de 150 metros de largo que probablemente rodeara un gran templo; después siguieron más descubrimientos submarinos.  Sabemos actualmente que esta ciudad floreció entre el s. VII a.C. hasta el s. VIII d.C. en la bahía de Abukir cerca del delta del Nilo. Posteriormente al descubrimiento de Goddio los arqueólogos encontraron una placa de oro sobre la que se hallaba escrito en griego que el rey Ptolomeo III (282 a.C. – 222 a.C.) había fundado en el lugar un santuario en honor a Hércules. Se recuperó también una estela de granito negro intacta (adjunta, en fotografía9 de la que se concluía que Heracleion era la denominación de la ciudad sumergida, cuyo nombre para los egipcios era Thonis.

Heracleion quedó hundida completamente bajo las aguas del Mediterráneo hace poco más de 1000 años, debido a inextricables fuerzas de la naturaleza, hoy desconocidas. Probablemente, un terremoto. Algunas otras ciudades cercanas también compartieron el trágico destino, perdiendo barrios enteros bajo el mar por causa de desastres naturales.

De las exploraciones realizadas hasta la fecha se han descubierto estatuas, vasijas, joyas, y fundamentalmente, una gran colección de barcos naufragados, desde mercantes a barcos de guerra,  de la historia del Antiguo Egipto. Más de sesenta pecios. También se han hallado tres estatuas colosales de granito rosa con más de cinco metros de altura, de un rey, una reina y el dios de la fertilidad, lo cual nos lleva a pensar que formaban parte de un templo majestuoso.

Si tenéis más interés por esta ciudad sumergida os recomiendo que localicéis el documental de la BBC “Tragado por el mar: la ciudad perdida más grande del Antiguo Egipto”, emitido en conmemoración de los 20 años del descubrimiento de esta “Atlántida egipcia”.

Alberto Bermejo

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