Hatshepsut fue el quinto faraón de la XVIII Dinastía. Y ojo, que fue una fémina y muy poderosa; en todos los sentidos una verdadera faraona. Fue la segunda mujer en el trono después de Sobekneferu. Se aupó a lo más alto en 1.478 a.C. De linaje impecable, hija, hermana y esposa de un rey y muy inteligente. Se condujo con éxito en su reinado. Se cuenta que tuvo como amante al arquitecto responsable del templo erigido en su honor; el extraordinario Templo de Hatshepsut, que visitaremos en nuestro viaje a Egipto de diciembre de 2019.

El imponente Templo de Hatshepsut,  “el más sagrado de los sagrados”, es el templo más importante de los levantados en Deir el Bahari y único en el país. Se construyó durante los años séptimo y vigesimoprimero del reinado de Hatshepsut. El templo se integra armónicamente con los acantilados donde se talló, revelándose como una de las mejores estructuras del Antiguo Egipto.

En época de Hatshepsut (1473-1458 a.C.) debió impresionar mucho más por la calzada procesional de 36 metros de ancho flanqueada por esfinges qué guiaban desde la entrada hasta el Gran Patio; las esfinges que se han conservado se hallan en el Museo Metropolitano de Nueva York. Podéis imaginad el aspecto que en su conjunto debió tener todo el complejo. Fue diseñado por Senenmut, el mencionado amante de la reina. Al recinto se accede por el Gran Patio, atravesando dos terrazas graduales conectadas por medio de rampas.

Al entrar encontramos la primera terraza, un gran patio cercado por muros de pequeña altura con un pórtico doble de cierre embellecido con relieves que simbolizan barcazas hechas con el fin de cargar obeliscos desde Asuán hasta el gran templo de Amón en Karnak, junto a secuencias de pesca y de caza. Los de la columnata norte detallan el nacimiento divino de la reina Hatshepsut. Los relieves mejor conservados se ven en la terraza intermedia.

Otros fascinantes lugares son el santuario de Amón,  además de la terraza superior y la intermedia, la columnata de Punt y los restos existentes del templo de Mentubotep I. Este últimpo templo fue construido en el Imperio Medio y es el más antiguo. Un corredor subterráneo penetraba en la montaña hasta el panteón. La Tercera Terraza está cerrada al público y comprende un patio central con columnas. El Santuario del Templo penetra en el acantilado. No se conserva prácticamente nada del templo que Tutmosis III construyera; se concibió para eclipsar al de la reina y debió tener un bello aspecto a juzgar por la calidad de los bloques que se conservan.

Como veis, sin duda un templo grandioso. Y un dato, fue descubierto en el siglo XVIII. Estuvo siglos y siglos cubierto completo de arena, lo que ayudó a su mejor conservación.

Alberto Bermejo y Daniel Bermejo

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