Bayamo es considerada la cuna de la independencia de Cuba, capital de la provincia de Granma.  Se trata de una atractiva ciudad que guarda de forma inalterada las costumbres tradicionales del pueblo cubano, aunque desgraciadamente no su arquitectura colonial, que fue destruida en el incendio que le dio notoriedad en la provincia de Granma. Aquel incendio de 1869 fue originado por sus propios habitantes para impedir que la ciudad cayera en manos enemigas. El nombre de la provincia donde se asienta Bayamo procede del barco con el que Fidel Castro desembarcó en Cuba a iniciar su revolución. En esta tierra murió José Martí y donde Carlos Manuel de Céspedes (nacido en Granma) liberó a sus esclavos declarando la independencia en 1868.

Bayamo tiene una larga historia por su implacable rebeldía que fue instaurada por conquistadores españoles en el año 1513, haciendo de Bayamo una de las más antiguas de la isla. Antes de la llegada de estos y tras una breve pero feroz oposición por parte de los indios nativos de la zona, fallecieron a causa de enfermedades desconocidas que trajeron los colonos desde España. Un suceso que inspiró al escritor Silvestre Balboa con su poema épico «Espejo de paciencia»,  fue que unos años después de la conquista española, un esclavo ejecutó al pirata Gilberto Girón y mostró su cabeza en la plaza principal. Durante el siglo XVI, Bayamo se convirtió en símbolo de esplendor gracias a las riquezas generadas por la explotación de la caña de azúcar y por el comercio con los piratas. Curiosamente, en Bayamo han nacido varias estrellas del ajedrez, entre ellas Carlos Manuel de Céspedes, abogado que comandó al ejercito en 1868 para liberar a la ciudad de la ocupación española y que se convirtió en héroe nacional por ello. Por esto mismo, el nombre del himno nacional de Cuba se llama La Bayamesa. No obstante, la sublevación no fue exitosa y para eludir la inminente ocupación, Bayamo se prendió fuego a si misma e hizo desaparecer prácticamente cualquier indicio de existencia española en la ciudad. A pesar de que casi todas las antiguas mansiones coloniales fueron destruidas, el fuego no pudo acabar con la intensa personalidad e idiosincrasia cubana. Ya en la ciudad, el lugar más representativo es el parque Céspedes o plaza de la Revolución de Bayamo, en cuyo centro se encuentra la estatua del libertador Carlos Manuel Céspedes y el lugar donde se proclamó la independencia de la isla en 1868. Otro característico lugar es la Plaza del Himno, donde sonó por primera vez la Bayamesa, himno nacional del país. Otros lugares destacables de la ciudad son la Casa natal de Carlos Manuel Céspedes por su importancia en la independencia del país y la Iglesia Parroquial Mayor de San Salvador.

Una histórica ciudad, en suma, repleta de encantos y con monumentos de gran importancia.

Daniel Bermejo 

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