AUSCHWITZ – CAMPO NAZI ALEMÁN DE CONCENTRACIÓN Y EXTERMINIO (1940-1945)

Levantado en 1940 tras la ocupación de Polonia por los nazis y ubicado a unos 70 km de Cracovia, el complejo de campos de concentración de Auschwitz fue el más grande constituido por el régimen alemán. Se encuentran en Oswiecim, una tranquila ciudad industrial de tamaño medio, frontera entre Silesia y Malopolska, localización del mayor intento de exterminio genocida de la Historia de la Humanidad. La visita es obligatoria para que todos conozcamos de primera mano la maldad absoluta que representó el Holocausto.  Conectado con esta propuesta de visita para nuestro viaje a Polonia Oneira de julio 2020, hace  unas pocas semanas tuve un encuentro también muy duro en Alemania, que os paso a comentar.

Como os refiero, a principios de este mes  visité en Alemania el Campo de Concentración de Sachsenhausen, en Oranienburg, a 35 km. de Berlín. Otro verdadero centro del horror, con su cámara de gas, patíbulo y cámaras de incineración. Establecido en 1936. Sachsenhausen sirvió como modelo para otros campos de concentración. Criminales, opositores al régimen, apátridas (incluso españoles abandonados a su suerte por Francia) homosexuales, judíos, comunistas, testigos de Jehová y soldados rusos fueron “invitados” a disfrutar su hospitalidad. De 200.000 personas que entraron, la mitad perdieron la vida. La “Zona neutral” en la fotografía, con vallas electrificadas, representaba el límite del campo y cualquiera que pisara la misma era inmediatamente ejecutado. El campo fue liberado en abril de 1945 pero en agosto Saschenhausen se convirtió en el Campo especial nº7 del NKVD, un campo de concentración soviético donde morirían 12.500 internos. Tras esta visita, quedé absolutamente impactado y con el deseo firme de poder visitar tan pronto fuera posible, el campo de concentración y exterminio de Auschwitz en Polonia.

Hoy en día en Polonia se pueden visitar 2 campos: Auschwitz I, el campo de concentración original y centro administrativo del lugar, y Auschwitz II (conocido también como Birkenau), erigido con posterioridad como campo de exterminio. El primero, levantado inicialmente como campo de trabajo, fue construido para alojar a los presos políticos de Polonia ya que las cárceles estaban abarrotadas por los constantes arrestos promovidos en la nación. No obstante, no tardaron mucho en seguirles miembros de la resistencia, homosexuales, gitanos, intelectuales y judíos. Se diseñó para albergar entre 15 mil y 20 mil prisioneros pero la masificación de reclusos fue tan grave que 2 años después fue necesario construir un segundo campo, el de Birkenau. Fue aquí donde se llevó a cabo el genocidio masivo haciendo uso de las cámaras de gas como parte de la conocida Solución Final, ideada por parte de la Alemania nazi hacia el fin de la contienda tras el inminente fracaso y con el objetivo de exterminar a la raza judía de la faz de la tierra.

La metodología fue desgarradoramente sencilla: los reclusos llegaban a los campos agolpados en trenes tras un trayecto en el que muchos fallecían por las deplorables condiciones. Aquellos que sobrevivían eran divididos en 2 grupos. Aquellos capaces de trabajar eran enviados a Auschwitz I y los más débiles eran trasladados directamente a las cámaras de gas de Birkenau, donde tras agonizar y morir asfixiados con Zyklon B y tras ser desposeídos de cualquier objeto de valor, eran calcinados en los hornos crematorios del campo. Las estimaciones hablan del asesinato de casi un millón y medio de personas procedentes de más de 20 nacionalidades. La gran mayoría eran judíos aunque debemos mencionar también a los homosexuales, gitanos, presos políticos y demás disidentes que fueron asesinados.

En enero de 1945 el campo fue libertado por el ejército soviético, tras ser previamente abandonado por las tropas alemanas. El centro de visitantes del museo se halla a la entrada del recinto de Auschwitz. Antes de empezar la visita, se suele recomendar ver un pequeño documental de 15 minutos con ilustraciones en blanco y negro que se puede visionar antes de entrar al recinto. Una vez visto el video se llega a la puerta del campo de concentración con la desagradable pero famosa consigna Arbeit Macht Frei (El trabajo os hará libres). A partir de aquí, el itinerario atraviesa los distintos barracones donde estuvieron hacinados los reclusos que finalmente serían asesinados. Las zonas más impactantes son, indudablemente, las grandes salas acristaladas donde se encuentra apilados miles de objetos utilizados por los prisioneros, como maletas y pelo humano utilizado para tejer. En los pasillos de los barracones podrás observar cientos de fotos de los prisioneros que aquí vivieron. Otros impactantes lugares son el Muro de la Muerte, donde se fusilaban a los prisioneros, o las prisiones donde se encerraban a los prisioneros rebeldes e incluso las salas donde se gaseaban a los presos. Los alemanes que huyeron en estampida tras la intervención del ejército aliado no consiguieron destruir Auschwitz y es sorprendente encontrar los originales edificios de ladrillo como testigos sombríos de la historia del campo. Auschwitz se ha convertido hoy en icono del holocausto judío y monumento a la memoria de las incontables personas que allí fueron asesinadas. Y es que Auschwitz es algo más que un campo de concentración. Es un aviso del pasado, un grito de terror que aún resuena entre los antiguos barracones y nos recuerda cuán despiadados pudimos ser.

Alberto Bermejo

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