En diciembre de 2020 con Oneira club de viajeros tenemos proyectado realizar un bonito viaje por Tierra Santa, en concreto por Israel y algunos puntos de Palestina, que complementará nuestro reciente viaje a Jordania de hace unos meses. Pisaremos lugares sagrados vinculados a la figura de Jesucristo, como Belén, ciudad que visité en enero de 2018 durante mi viaje a Israel. Estos días los países de tradición cristiana como el nuestro celebran la Navidad, la conmemoración del nacimiento de Jesucristo. ¿Y qué sabemos de cierto acerca de la figura de Jesús Histórico? ¿Existió realmente o podemos concluir que se trata de una figura legendaria?
Es indudable que Jesús dejó una huella histórica recogida en libros y documentos. También es cierto que las pruebas arqueológicas de su existencia son limitadas y controvertidas. En cualquier caso, la mayor parte de expertos académicos y arqueológicos sostienen que la figura de Jesús Histórico es real. Ningún investigador lo pone en entredicho. La historia de Jesús no es ninguna fábula religiosa. Y lo cierto es que cuadra perfectamente con el escenario histórico que vivió el personaje.
Hay numerosas pruebas arqueológicas en la conmovedora Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén (el lugar más sagrado de la cristiandad) encontradas durante la restauración de 2016 que apuntan a un antiguo santuario levantado sobre el supuesto sepulcro de Jesús de Nazaret. En Betseda una excavación arqueológica encontró vestigios de una piscina ritual mencionada presumiblemente en el Evangelio de San Juan. En Galilea, cerca del lago, se hallaron unas ruinas soterradas de una sinagoga de la época de Jesús, la primera estructura hallada en Galilea de su género, destacando la “Piedra de Magdala” -del tamaño de un baúl y decorada con bajorrelieves del Templo de Jerusalén-, lo que demuestra que los galileos no eran rústicos impíos alejados de la religión, como se pensaba hasta entonces. Los Evangelios mencionan a Jesús en varias ocasiones accediendo a una sinagoga en Galilea. En Cafarnaún podemos encontrar un centro de peregrinación donde se ha excavado en 1968; unos arqueólogos franciscanos encontraron debajo del centro del edificio los restos de una casa del siglo I que se considera pudo ser un foro de reunión pública de índole cristiana. Los relatos del movimiento de muchedumbres que acudían a Jesús en búsqueda de sanación concuerdan con algunas revelaciones arqueológicas en los yacimientos de la Palestina del s. I.
En la Basílica de la Natividad en Belén (la existencia histórica y arqueológica de esta población se demostró y confirmó recientemente), en una gruta ligeramente alumbrada con pequeñas lámparas hay un nicho revestido de mármol; ahí una estrella de plata marca el lugar donde según la tradición nació Jesucristo. Esta basílica es la iglesia cristiana más antigua todavía en uso. Las excavaciones llevadas a cabo en la basílica no han aportado luz ni indicios ciertos de que los primeros cristianos consideraran sagrada esta localización. Aunque el teólogo Orígenes de Alejandría en su visita a Palestina en el s. III dejó escrito: “En Belén se muestra la cueva en la que nació (Jesús)”.
A principios del s. IV el emperador Constantino envió una delegación imperial a Tierra Santa para identificar los escenarios de la vida de Jesús y consagrarlos con santuarios e iglesias. Por las evidencias encontradas en Nazaret, su lugar de crianza, los expertos consideran que su figura se correspondía a la de un reformador religioso o revolucionario social, pero siempre se le consideró un judío observante, aunque reformador. En aquel tiempo proliferaran numerosos profetas mesiánicos y apocalípticos, e incluso algunos líderes rebeldes que se oponían al poder romano.
Los eruditos aceptan en general la existencia de Jesús y dan fe de dos relatos de su vida que se consideran actualmente ciertos y probados: el bautismo en el Jordán por Juan el Bautista, y la crucifixión de Jesús por orden del prefecto romano Poncio Pilato. Este año precisamente, Oneira descubrió (en su visita a Jordania) el lugar en el río Jordán donde la tradición considera que Jesús fue ungido por el Bautista; una excursión muy emocionante. La propia existencia de Juan el Bautista y su eventual ejecución por Herodes Antipas es atestiguada por Josefo en el s. I. “El hermano de Jesús, quien fue llamado Cristo, cuyo nombre era Jacobo”. Existen dos fuentes no cristianas que mencionan a Jesús. El mencionado Josefo en su libro Antigüedades judías, del año 93 a 94 d.c. incluye dos referencias al bíblico Jesucristo en los libros 18 y 20. El historiador romano Tácito se refirió a “Cristo” y su ejecución por Poncio Pilato en sus Anales. Hay otras menciones a Jesús en el Talmud judío: «En la víspera de la Pascua Ieshú fue colgado. Durante cuarenta días antes que la ejecución se llevara a cabo, un heraldo salió y gritó: Él va a ser apedreado porque ha practicado la hechicería y atraído a Israel a la apostasía». El divulgador Néstor F. Marqués, en su libro Fake news en la Antigua Roma (Espasa) menciona que Yeshúa (Jesús) fue «un judío estudioso de la ley que fracasó en su empeño de comunicar que el fin del mundo estaba próximo y que fue ejecutado por ser un sedicioso contra la ley romana».
Lo que sí se considera leyenda es la fecha del nacimiento de Jesús. No está demostrado que naciera el diciembre, siendo realmente improbable. La festividad de la Natividad se asimilaría a otras fiestas paganas existentes antes de la consolidación del cristianismo, como el festival del solsticio de invierno o fiesta del sol invicto. Los investigadores apuntan que Jesús tuvo que nacer en fechas más cálidas con toda seguridad, y además lo haría entre el el año 6 y 2 antes de Cristo, aunque esta polémica, es otra historia.
En fin, si tenemos en cuenta todo lo que se conoce sobre el Jesús Histórico, podemos concluir que efectivamente el personaje realmente existió. Es obvio que lo más polémico es debatir acerca de la aproximación de esta figura a lo que los Evangelios cuentan sobre él. Se especula históricamente que la tumba de Jesús, tras su muerte se encontró vacía y así fue como se extendió la leyenda de que había resucitado de entre los muertos y ascendido a los cielos. Años más tarde, el judío converso Pablo de Tarso, de formación helenística, se encargaría de general el mito fundacional de Jesucristo y de comenzar a extender la religión cristiana por todo el mundo hasta alcanzar la gran fuerza que tiene en nuestros días.
Queridos amigos, esta noche es Nochebuena y celebramos la Natividad de Jesús. Toca pues felicitaros a todos, amigos y lectores, en estas fiestas y esperar que 2020 nos traiga un año lleno de dicha para todos y repleto de viajes fantásticos.
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
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