Oneira club de viajeros en Omán y Emiratos Árabes enero 2020

Disfrutamos el pasado mes de enero de unos días inolvidables en Omán y Emiratos Árabes, países fascinantes repletos de lugares inefables. Os ofrecemos un relato de nuestro viaje. Sí, ya sé. Me diréis que me ha quedado largo, ¡y tenéis razón! Pero es que han sido paisajes y lugares bellíismos los visitados, y no he podido contarlo todo. Prometo en la próxima crónica acortar algo más. Bien, aquí lo tenéis si queréis conocer mejor Omán y Emiratos Árabes. Como siempre en Oneira club de viajeros, proponemos las mejores experiencias, sin cansarnos de viajar, y viajando muy bien y con los mejores amigos y viajeros. Mi agradecimiento al equipo de Más Que Un Plan Agencia de viajes y a David Esteso que estuvo al pie del cañón en todo momento para ofrecer lo mejor de ellos. Y por supuesto, agradecer a todos los viajeros el haber elegido nuestro viaje para compartirlo.

14/01/2020

Aterriza nuestro avión en Dubai, hace un par de horas. Después de un desayuno nos dirigimos con todos nuestros amigos a conocer la ciudad de Abu Dhabi. En la dirección, David Esteso de Más Que Un Plan Agencia de viajes y yo mismo Alberto Bermejo de Oneira club de viajeros.

 Objetivo: vivir la magia de las Mil y Una Noches en este territorio mimado por los dioses. Nuestro guía en UAE es Hady, quien nos dio bienvenida.  Volveremos a Dubai. Hoy la atravesamos en dirección a Abu Dhabi.

En esta tierra de Emiratos Árabes Unidos han tenido presencia imperios hegemónicos de Asia Menor, huestes de Alejandro Magno,  emperadores  sasánidas  persas y  finalmente  las  tribus  lideradas  por  el  profeta  Mahoma, cuyo  mensaje,  el  Islam,  se  extendió  por  toda  la  Península  Arábiga,  sustituyendo  los  cultos  idólatras.  Los europeos también  dejaron  huella  de  su  presencia  desde  finales  de  la  Edad  Media. Actualmente los  Emiratos Árabes  Unidos  son  una  federación  de  siete  estados,  cuyos  jeques  ejercen  una  soberanía  independiente  y absoluta en su emirato.  Abu Dhabi. Este Emirato bañado en petróleo es el mayor de los siete que cuenta la federación y es el más rico. Lo más impresionante de la capital de UAE son el contraste entre su cultura tradicional y la modernidad representada en sus futuristas rascacielos. Abu Dhabi está inmerso en un proceso de expansión y progreso sin igual y dedicamos un día  completo  para conocerlo. Comenzamos visitas en la Isla de Yas, una isla artificial promovida en la capital de UAE. Ocupa una superficie de 2500 hectáreas.  Uno de sus mayores atractivos en estos momentos es el Circuito Yas Marina donde tiene lugar el Gran Premio de Abu  Dhabi  de  F1.  Conocimos desde el exterior el Parque  Temático  Ferrari  World  Abu Dhabi.

Nos sorprendió su  monumento más  espectacular:  la  Mezquita  Sheikh  Zayed, también  llamada  Gran  Mezquita.  Es  una edificación  de  extrema  hermosura,  de  un blanco  inmaculado.  Su grandiosidad nos recordó al  Taj  Mahal, levantada  manteniendo el  estilo  de  los  palacios  otomanos  y  árabes. Destacan sus  cuatro  minaretes  de  más  de  100 metros de altura y sus más de ochenta cúpulas. Una de las mayores mezquitas del mundo, y sin duda alguna,  la  más  impresionante.  Hemos de vestir  pantalón  y  manga  largas  para  entrar  en ella  (y  de  igual  forma  en  el  resto  de  mezquitas que  visitemos  durante  el  circuito). Las chicas deben ir especialmente tapadas.  Nos deleitamos recorriendo   la  Corniche,  una impresionante avenida de 8 km que recorre todo el litoral desde donde descubrimos los rascacielos más importantes, entre ellos las torres donde se situó la escena del salto en auto de Fast & Furious 7.  Para los  habitantes  de  Abu  Dhabi,  es  parte  integral  de  su  vida  cotidiana.  La playa de  la  Corniche  es  su  principal  atractivo.  En el  extremo  de  la  avenida  se alza   el  Emirates Palace,  un  icono  de  la  ciudad y  probablemente  el hotel  más  caro  del  mundo,   un hotel de siete estrellas, de lujo extremo. No hicimos una visita interior porque implicaba realizar una  consumición  con  un  precio  estratosférico.

Estábamos algo cansados del vuelo, pero pese a las escasas fuerzas, el Louvre de Abu Dhabi representó un chute de energía. Nos fascinó. El Louvre de Abu Dhabi es el primer museo abanderado por el museo francés fuera de Francia y está considerado “el primer museo universal del mundo árabe”. Fue inaugurado el 8 de noviembre de 2017. Destaca por su preciosista arquitectura y su luminosidad, con más de 300 obras expuestas, todas de calidad y buena selección.  El Louvre del país galo provee su experiencia, obras de arte y exhibiciones temporales a este exquisito museo. Las diferentes galerías narran la historia de la humanidad en doce capítulos. Realizamos un Tour Panorámico por la Isla Saadiyat, descubriendo la zona residencial, comercial y de ocio; un proyecto que aún está en desarrollo y que está previsto finalizar en 2020.

15/01/2020.

Profundizamos en nuestro particular  periplo  por  las tierras que nos empiezan a recordar la magia de las historias de los cuentos de las Mil y Una  Noches. Los desiertos, los oasis, beduinos, camellos, las músicas, hombres y mujeres con vestimentas árabes…   Hoy nos dirigimos hacia Al – Ain, muy cerca de la frontera con Omán.   Al-Ain es la cuarta ciudad más poblada de Emiratos Árabes  con casi  800.000  habitantes;   progresivamente nos vamos alejando del mundo moderno y penetramos  en  las tradiciones más genuinamente árabes.  Se encuentra situada en el oasis del mismo nombre, pegado a la  frontera  omaní.  En esta tierra llegó a hacerse  fuerte Arabia  Saudí,  que  se retirara en los años sesenta ante la amenaza británica. En 1966 los Emiratos y Omán fijaron la línea fronteriza en mitad  del  oasis. Nuestra primera visita fue a Qasr Al Muwaiji. Construcción levantada por el hijo del Califa Sheikh Zayed bin Khalifa. Un cuadrado perfecto de 65×65 m que fue empleado a comienzos del siglo XX como Diwan (Gobernación).  Allí obtuve una bonita instantánea de un pequeño chico emiratí frente a una de las torres del complejo. Se presentan algunos objetos y recuerdos de la familia de Sheikh Zayed y tuvimos tiempo de hacer algunas fotos y tomar café al estilo arábigo, muy especiado. El  Fuerte  Al-Jahili,  de  gran  belleza arquitectónica,  es  uno  de  los  mayores  de  Emiratos Árabes y buen ejemplo de la arquitectura militar del país. Construido  en  adobe  por  el  jeque  Zayed  bin  Jalifa  entre el  1891  y  1898.  En  el  Museo  del  Fuerte  Al-Jahili  se exponen  fotografías  del  explorador  inglés  Wilfred Tesiger (décadas  40 y  50  s.  XX)  describiendo  las  costumbres  y forma de vida de la época.  La colección fotográfica me impresionó. Me tomo la obligación de contaros más sobre este explorador en un futuro artículo en nuestro blog Oneira. Me recordó a la fantástica historia de Lawrence de Arabia. Conocimos el   Sheikh  Zayed  Palace,  que  fuera  sede  del expresidente  de los  Emiratos  Árabes  Unidos  Sheikh Zayed Bin Sultan Al Nahyan (1918-2004), convirtiéndose en un  museo  en  1998. Recorrimos  muchas  de  las  habitaciones  del  palacio,  incluida  una  galería  de  arte. En  la  exposición  podremos encontrar  algunos  ejemplos  de  carpas  o  estancias  vinculadas  a  la  vida  beduina habitual en el desierto y en los oasis. Muy interesante.

Disfrutamos como enanos en el  Mercado  de  Camellos  de  Al-Ain,    único  mercado  de camellos  que  queda  de  los  tradicionales  mercados  de  Emiratos  Árabes  Unidos.  Aquí  acuden  incansables comerciantes de los cuatro puntos cardinales de UAE e incluso del extranjero, como pude informarme hablando con los comerciantes del mercado. Los dromedarios  son  las  estrellas  del  lugar,  un  animal  de extraordinaria  y  estratégica  importancia  en  estos  países desérticos.  La  imagen  de  los  vendedores  negociando  la compra-venta  de  los dromedarios me llamó poderosamente la atención. Me aseguré de que en este viaje conociéramos más sobre los oasis.  Los oasis en Al-Ain se formaron a partir de pozos desde el año 2000 a.C. El  sistema  usado  es  conocido  como  aflaj,  típico  del  sureste  de  la  península  arábiga y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2011.  Dimos  un  paseo  por  el  oasis  con  palmeras datileras  que  mantienen  este  sistema  de  irrigación  sofisticado  que  data  de  la  Edad  del  Hierro. Muy instructivo.  Ya por la noche, antes de cenar en el hotel, David y yo decidimos correr por Al Ain para conocer una parte del centro. Hicimos 7 kilómetros a buen ritmo. Algunas fotografías y algún video curioso pulula por las redes… Hay que bajar los excesos calóricos de estas aventuras, ahora que viajamos más cómodamente que como lo hacían nuestros antepasados.

16/01/2020

Hoy dejamos atrás por unos días Emiratos Árabes para adentrarnos en los paisajes desérticos y montañosos del Sultanato de Omán.

En la frontera, en la salida de UAE,  tuvimos un pequeño problema con los pasaportes de dos viajeras que no fueron correctamente registrados en la entrada en UAE, lo que derivó en un retraso no previsto. Cosas del directo, como dice mi amigo David de Más Que Un Plan.

Iniciamos nuestra  incursión  a uno  de  los  países  más  legendarios  de Oriente  Próximo:  Omán.  Un  país  poco frecuentado  por  el  turismo  de  masas  (¡se  cuentan  apenas un puñado de guías  que manejen  español!).  Un paisaje  de  aldeas  tradicionales,  valles,  cañones,  wadis  y  desiertos  poblados  por beduinos.  Las historias  de  Simbad  el  Marino  aún  resuenan  en  las  aguas  del  Golfo  de  Omán.  Iniciamos hoy nuestro  viaje  por  este  país  legendario.  Esta región  fue  de  las  primeras  en  abrazar  el  Islam  en  el  s.  VII.  Fue ocupado  por  los  portugueses  en  los  siglos  XVI  y  XVII.  En  siglos  posteriores  Omán  como  país  unificado  e independiente  llegó  a  extenderse  por  algunas  regiones  africanas.  Hoy  en  día  Omán  está  considerado  como uno  de  los  países  más  estables  y  pacíficos  del  mundo.  Nos  dirijimos con  nuestro  guía  por  carretera  hasta nuestro primer punto de destino en Omán: El Castillo de Jabrín.  Una fortaleza construida a mediados del siglo XVII por el Imam Bil-Arab bin Sultan.  Acogió grandes sabios matemáticos, astrónomos, médicos y maestros de la sharia,  el  código  de  leyes  musulmán.  En  el  interior  del castillo,  ejemplo  de arquitectura  omaní,  descubrimos habitaciones con techos ricamente pintados, pareces con arabescos  y  celosías  de  estuco.  Bonitas sus puertas, las  salas  repletas  de  libros,  con  cojines  y  baúles.  Un fuerte  repleto  de  detalles exquisitos. Fotografiamos a placer.  Tomamos  nuestro  autobús  para  dirigirnos  a  Al  Hamra,  y conocer  uno  de  los  pueblos  que  mejor  conserva  la tradición  en  Omán,  el  perfecto  ejemplo  de  pueblo tradicional  omaní.  Esta población  fue  fundada  por  la dinastía Ya’arubi  entre  1624  y  1741,  sin  torres  defensivas  y en  guerra.  Sus  casas  de  adobe,  son  las  más  antiguas  de Omán  y  similares  a  las  yemeníes.  Paseamos  entre  sus  casas  de  barro, de belleza algo triste,  fijándonos en los infinitos detalles que nos muestran claramente el abandono del lugar. Y es que una visita a este poblado, Al Hamra, ya justifica conocer este extraordinario país.

Continuamos  ruta para  conocer  el  Fuerte  de  Bahla   en  la  localidad  del  mismo nombre,  Bahla.    Un fuerte  del  siglo  XII  que  cuenta  con pintorescas viviendas de adobe. La impresionante fortificación fue erigida por la tribu de los Banu Neghan y es la más bella de todo el país.    Es en  la  práctica,  una  ciudad dentro  de  la  ciudad.  Se cuenta  que  se  levantó  sobre  una fortaleza  preexistente  datada  en  el  500  a.C.  Hoy dormiríamos en Nizwa.

17/01/20

Nos despertamos en la ciudad de Nizwa, una verdadera “joya omaní”. El gran Ibn Battuta la describió  como  “una  ciudad  al  pie  de  las  montañas,  rodeada  de  grandes  huertas  y  bonitos  bazares”.  Se encuentra  situada  en  una  zona  de  cruce  de  caravanas.  Para  muchos  viajeros,  Nizwa,  que  fuera  capital  de Omán  durante  mil  años,    es  la  ciudad  más  encantadora  del sultanato. Es el segundo destino más visitado en Omán.  A primera  hora  de  la  mañana  descubrimos  el  famoso y tradicional mercado de ganado de Nizwa que únicamente puede visitarse  los  viernes y  que  se  remonta  a  tiempos  inmemoriales. Los  vendedores  ofrecen  un  pequeño  circuito  y  exhiben  sus animales; entretanto,  los  compradores  se  agolpan  y  se afanan por descubrir los mejores ejemplares examinándolos detenidamente. Y a ello hay que sumar a los viajeros como nosotros que entorpecemos un tanto las transacciones buscando las mejores fotografías. Vendedores y ganaderos se ordenan en una circunferencia en el interior del mercado donde “desfilan” los distintos animales (incluso toros) bien sujetos por la cornamenta o la rodilla. Definitivamente, la vida latiendo en  este  remoto  lugar  del  Medio  Oriente.

De gran  importancia  es el  Fuerte  de  Nizwa,  que  data  del  siglo  XVII  y  levantado  por  el sultán  Bin  Saif  al-Yaruba,  el  mismo  que  consiguió  expulsar  a  los invasores  portugueses  de  Omán.  Destaca  por  su  torre  circular, que  domina  todo  el  complejo;  principal  bastión  defensivo. Desde la parte alta de la torre puedes descubrir vistas extraordinarias de Nizwa y su entorno. Visitamos  el  Zoco  de  Nizwa,  que  ha conseguido  permanecer  durante  cientos  de  años  como  central para  la  industria  local.  Se compone  de  varios  edificios.  Aquí   encontramos   dagas  omaníes  (khanjar)  –  similares  a  las yemenitas- cobre, joyería de plata, ganado, pesca, verduras y todo tipo de artesanías. Por cierto… ¿sabéis por que las cimitarras árabes tienen un final curvado? La razón no es otra que los árabes tienen costumbre de pasar mucho tiempo sentados en el suelo. Una cimitarra curva es más cómoda de llevar que una espada recta.  A la hora acordada nos pondremos en ruta hacia nuestro siguiente punto de destino,  el  espectacular  Desierto  de  Wahiba. El desierto de Wahiba es uno de los más bellos del mundo y merece la pena conocerlo: 180 km de dunas de norte a sur y 80 km de este a oeste; con dunas que se levantan hasta los 150 metros de altura. Después de acomodarnos en nuestro campamento, fuimos a nuestros vehículos 4×4 todo terreno para una excursión muy emocionante por las dunas del desierto.   Los coches nos llevaron a recorrer algunos parajes de gran impacto. Con ascensos galopantes por paredes altas e inclinadas y descensos rápidos, pero controlados, algunos derrapes y conducción ágil y emocionante. Tomamos fotos y videos de la experiencia, acabando con arena por todos sitios. En la parada principal disfrutamos uno de los atardeceres más claros e impresionantes que podéis ver en un desierto. Por la noche algunos de nosotros, después de la cena, fuimos a caminar bajo las estrellas, con un cielo nítido donde las luminarias refulgían. Desierto de Wahiba…nos pareció encantador.

18/01/20

Hoy continuamos en  el desierto moviéndonos en nuestros vehículos 4×4, aunque ahora en ruta hacia nuevos lugares de Omán que nos enamoraron.  La razón de movernos en vehículos todoterreno 4 x 4 no es otra que las carreteras en esta zona no son practicables para ir en bus. Nos dirigirmos inicialmente a conocer una Casa Beduina en Wahiba Sands,  para tomar dátiles y café omaní con la familia beduina y tener una impresión de sus costumbres y modo de vida y del entorno donde se mueven.  A continuación nos dirigimos a Wadi Bani Khalid. Realizamos una caminata suave a lo largo del río con tiempo para refrescarnos y darnos un chapuzón en las cristalinas aguas naturales del wadi. Un wadi  es un valle o cañón. El que visitamos está situado entre los Montes Hajar Orientales. La carretera trepa entre curvas cerradas en medio de un paisaje repleto de tonos ocres y rojos, entre aldeas, campos de siembra y fuentes de aguas termales.

Estas piscinas naturales son frescas, profundas e impresionantes. Continuaremos ruta hacia el norte con el objetivo de alcanzar la ciudad costera de Sur. Con 120.000 habitantes Sur es la capital de la región de As Sharqiyah. Desde el s. VI fue puerto importante. Fue ocupada por los portugueses y liberada por el imam Nasir Ibn Mushid. Hasta el s. XIX fue una rica región hasta la prohibición del comercio de esclavos y la apertura del Canal de Suez. Heródoto escribió que los fenicios tuvieron su origen aquí en Sur y las leyendas sitúan también en Sur la ciudad de Simbad el Marino. Nos adentraremos a visitar la fábrica de dhows (barcos de madera tradicionales) los cuales varían en diseño y tamaño; los astilleros de Sur tienen fama de fabricar los mejores y más resistentes dhows. Allí nos subimos a uno de esos dhows en contrucción.  A continuación realizaremos una parada en Wadi Shab para realizar unas fotografías. El agua dulce que cae en cascada desde la cima de las montañas se topa con el agua del mar creando una biodiversidad única en este wadi.  Finalizamos jornada en Mascate.

19/01/20

Mascate,  la  capital  del  Sultanato  de  Omán,  es  una  ciudad  preciosa,  debido  a  su emplazamiento. Encajada  entre estribaciones montañosas de coloración cobriza y el mar azul. Ofrece multitud de  rincones  con  gran  encanto,  en  toda  su  extensión.  No  hay  altos  edificios,  sino  que  conserva  un  estilo arquitectónico más tradicional que atrae las miradas del viajero curioso. Cuenta con cerca de dos millones de habitantes  y  es  un  importante  puerto  comercial.  Bajo  soberanía  persa,  Mascate  fue  atacada  en  1507  por  los portugueses. Los otomanos se hicieron con el poder en Mascate a finales del s. XVI. Un siglo después pasó a poder  de  los  omaníes  convirtiéndose  en capital  del  Sultanato  de  Omán  en  1793.

Indispensable comenzar por la estrella de la jornada, la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, una joya, la más importante del país, con capacidad para 20.000 fieles. Lujosa  y espectacular,  cuenta  con  una  cúpula central  de  50  m  de  altura,  un  minarete principal  y  cinco  laterales. Fascinante  la  lámpara  de araña  de  Swaroswski. El Sultán erigió importantes edificios en Omán, y fallecido recientemente, se le llora en todo el país. Circulamos  con nuestro  autobús  a  través  de  la  zona  de las  embajadas  (está  prohibido  hacer fotos  en  esta  área).  A  continuación visitaremos  la  Ópera  Real  de  Mascate, también levantada por el Sultán Qaboos, con preciosista arquitectura contemporánea omaní. Las instalaciones se componen de un teatro de conciertos, un auditorio, jardines, mercado cultural, restaurantes y un  centro  artístico.  El  Barrio  Antiguo  de  Mascate  concentra  algunas  de  las  principales  visitas  de  la  ciudad. Nos paramos  frente  a  Al  Alam  Palace  (Palacio  del  Sultán).  Con oro  en  forma  de embudo y pilares azules, este palacio es uno de los ejemplos de arquitectura islámica contemporánea omaní. Pertenece al  Sultán  Qaboos.

En  nuestro  recorrido  tuvimos ocasión  de  contemplar  (desde  el exterior)  los  Fuertes  de  Al-Mirani  y  Al-Jalali.  Ambos  fueron  levantados  por  los portugueses.  El  primero  se yergue sobre un pequeño promontorio de Old Muscat. Al-Jalili se alzó sobre los restos de una fortaleza árabe y llegó a ser prisión. La entrada es muy empinada; alberga un museo y lamentablemente suele estar cerrado de continuo. Visitamos el Museo de Bait Al Zubair, una mansión típica omaní restaurada que alberga un museo privado enclavado  en  el  casco  viejo  de  Mascate  (Old  Muscat)  con  una  atractiva  colección  de  trajes tradicionales,  joyas  antiguas,  armas,  etc.   Continuamos visitas en el   Zoco  de Muttrah,  uno  de  los  más  antiguos  e  importantes  mercados  de  Omán,  que  data  de  más  de  doscientos  años. Quizás por su antigüedad ha incrementado su belleza, magia y atractivo. David y yo aprovechamos para recorrer la corniche de Mascate, o para que nos entendáis, el paseo marítimo al objeto de buscar la foto más típica de Mascate desde la parte central. En su parte final un grupo de pescadores finalizan su jornada de pesca preparando el pescado capturado y pescadores  aficionados prueban suerte lanzando el sedal en la bahía. Al final del día nos fuimos los dos a correr desde nuestro hotel por la ciudad.

20/01/2020

Nos hemos despedido de este gran país de la Península Arábiga, el Sultanato de Omán, que nunca olvidaremos. Sin decir adiós totalmente, porque en la última etapa de nuestro viaje regresaremos a Omán en nuestra visita a Musandam. Después del vuelo, y tras una breve descanso, continuamos visitas, ahora en la moderna e internacional metrópoli de Dubái.   Dubái es sinónimo de opulencia y hedonismo. Aquí los rascacielos crecen como árboles en la selva y la ciudad extiende sus tentáculos sobre el mar creando archipiélagos artificiales sobre aguas cálidas y verdiazules. Conocimos hoy el Dubái más futurista. Dubái está de moda y es el mejor momento para conocerlo.  La gastronomía representa un gran valor en esta ciudad, donde los chefs más internacionales han abierto restaurante; también es bien conocida esta metrópoli por ser el paraíso de las compras.  Y Dubai también tiene su historia. Al Qusais, al norte de la ciudad, esconde un asentamiento humano de hace diez mil años. En el s. XVII es ocupada por portugueses, holandeses y británicos. En el s. XIX se declara el puerto franco para Dubái y en pleno siglo XX la prosperidad y crecimiento de la ciudad se desarrolla de forma importante pasando a formar parte de los Emiratos Árabes Unidos en 1971. Nos admiramos con la esbelta y bella Burj Al-Arab, Torre Árabe símbolo representativo de la moderna Dubái. Se levanta sobre un islote artificial a casi 300 m de la playa, con 321 m de altura, inspirada en las velas de un dhow. Esta torre alberga el hotel 7* más lujoso del mundo.

Nos queda al lado el Madinat Jumeirah. Un resort sobre la línea costera, una especia de aldea de lujo artificial de arquitectura islámica preciosista donde se han instalado hoteles de lujo y un lago artificial, así como canales surcados por algunos puentes y embarcaciones, restaurantes, piscinas, un zoco bien reproducido, etc.  Continuamos hacia Palm Jumeirah, The Palm. Una nueva figura icónica del moderno Dubái; una isla artificial construida en forma de palmera a partir de terreno ganado al mar, con una serie de archipiélagos artificiales. Alberga uno de los complejos más lujosos de Dubái con extraordinarias opciones gastronómicas y comerciales; con carreteras, túneles y transporte público.

Completamos esta visita en días posteriores subiendo a uno de los pisos elevados de un importante hotel en Dubai para ver desde lo alto la forma de palmera. Espectacular. También vimos desde el exterior el lujoso complejo Atlantis, The Palm, que alberga un hotel de lujo con 46 hectáreas inaugurado en septiembre de 2008. 17 de sus hectáreas está dedicada a un parque acuático. De allí nos trasladamos hacia la Marina de Dubai, para tomar nuestro Crucero en Dhow Tradicional por el Creek de Dubái con cena. Nos relajamos en este final de día navegando por el creek de Dubai a bordo del barco tradicional, disfrutando de la navegación, el horizonte iluminado de Dubái, contemplando la arquitectura moderna y tradicional de la metrópoli en la Marina,  los antiguos comercios, los “Abras” (taxis acuáticos), yates de lujo y otros lugares de interés. Un día formidable en esta sorprendente ciudad de Dubái.

21/01/2020

Continuamos nuestras visitas en la vibrante y cosmopolita Dubái. Hoy dedicamos las primeras horas a conocer el antiguo Dubái.  Al Bastakiya es su barrio antiguo e histórico, con sus casas tradicionales provistas de molinos, levantadas a principios del s. XX como viviendas de mercaderes persas. Además de los caserones, encontraremos  galerías  de  arte, cafés  y  teterías  ambientando  la  vieja  Dubái.  Aquí  descubrimos el  fascinante Museo  de  Dubái.  Se  halla  en  la  fortaleza Al  Fahidi,  construida  en  1778,  el  edificio  más  antiguo  del  emirato,  de preciosista  arquitectura.  Las  colecciones  del  museo  ofrecen  lecciones  interesantes  sobre  la  historia,  cultura y tradiciones de Dubái. Este museo está muy logrado, con una inversión importante de recursos para recrear algunas de las historias vinculadas con el desarrollo dubaití. Por norma general aquí todo se hace a lo grande. Atravesamos el Creek a bordo de un abra, observando el día a día de sus habitantes en esta parte vieja.

Conocimos la  Mezquita  Jumeirah,   con cabida para más de mil devotos y visitamos la flamante Gran Mezquita de Dubai, donde nos ofrecieron una instructiva charla.

Conocimos el   Zoco  del  Oro, que  merece  la  pena  visitar aunque  no  tengamos  previsto comprar  metales  preciosos.  Es el mercado  de  oro  más  grande del  mundo,  que  ofrece  joyas  y piedras  preciosas  de  Dubái,  la India y de otros lugares, con oro de  22  y  18  quilates. Aquí se encuentran varios records Guiness. Vimos hasta  corpiños de oro a la venta, para señoras, claro.  Es  un mercado regulado por el Gobierno. El  Zoco  de  las Especias  lo  tenemos  al  lado. Nuestro guía compartió su sabiduría sobre el mundo de las especias en el mundo árabe y los beneficios para nuestra salud. Paseamos por  los puestos de los diatintos zocos.  Aquí  se  venden  también productos de uso común para los dubaitíes.  Tras la sobremesa nos dirigimos a conocer el paraíso de las compras en la ciudad, el Mall of Emirates con tiempo libre, uno de los mayores centros comerciales del planeta.  Aunque  no  lleves  un  euro  encima,  hay  que conocer  este  complejo  que  incluye  todas  las  marcas conocidas  del  mundo  y  locales  comerciales  inacabables  (más  de  1200).  Inmenso  y  espectacular.

Vimos (desde  fuera)  Ski  Dubai  la  pista  de  esquí  indoor  más  grande  del mundo. En verano es de suponer que muchos viajeros desearán meterse de cabeza en el complejo, por las altas temperaturas de Dubai.  Continuamos visitas. Nos  desplazamos al  Dubai  Mall,  el  mayor  centro comercial del orbe, que pese a lo que pueda parecer es un destino  de  entretenimiento  familiar  para  los  dubaitíes; además  de  cientos  de  tiendas,  incluye  una  pista  de patinaje  sobre  hielo,  un  acuario  que   (tiene  hasta tiburones),  un  zoológico  subacúatico y clientes  de  todas  partes  del  mundo.  Disfrutamos   del show  con  las  fuentes  danzarinas  más  espectaculares, Dubai  Fountains    que  se  despliegan  alrededor  del  Dubai Mall;   disfrutamos el  espectáculo  y  descubrimos   el edificio  más  alto  del  mundo  al  fondo.  Las  fuentes  miden 275  metros  de  longitud  (mayor  que  las  del  Bellagio  en  Las Vegas)  y  cuenta  con  6600  focos  y  50  video  proyectores)  y lanzan el agua a más de 150 m de altura.  Nuestra siguiente parada  lo fue   para  admirar  el  edificio  más  alto  del  planeta, Burj  Khalifa  (Torre  Califa).  Alcanza una altura de 828 m y en su construcción  participaron  más  de  12.000 individuos  de  30 países.  Podéis  imaginar  su  altura  si  tenéis  en  cuenta  que Burj  Khalifa  es  el  doble  de  alto  que  el  Empire  State  de Nueva York.  Destaca  por  tener  un  gran  número  de  plantas residenciales,  algo  insólito.  Nosotros  accederemos  a  la planta  124,  a  442  m  de  altura  siendo  el  mejor  momento  al atardecer. Ya por la noche una parte del grupo decidimos quedar para cenar en el restaurante Atmosphere en lo más alto del Burj Khalifa. Una cena exquisita y con vistas admirables. Lo disfrutamos enormemente. Una restauración de gran nivel, y de precio tan elevado como el mismo edificio.

22/01/2020

Se nos va acabando el viaje. Hoy disfrutamos una jornada especial, con una relajante actividad de navegación por los fiordos de Musandam, para conocer esta parte de Omán. Nos trasladamos a  Khasab, población que se encuentra en la parte norte de los Emiratos Árabes Unidos. En el puerto de Dibba tomamos nuestro Crucero en dhow tradicional por los fiordos de Musandam, para contemplar unos de los parajes costeros más bellos del mundo, un fiordo que se extiende a lo largo de 16 km de longitud. Los picos de las montañas Al Hajar descienden bruscamente hasta la superficie del mar creando espectaculares fiordos, cuevas, bahías y playas a lo largo de la costa. La vida marina en el golfo de Omán muestra una gran biodiversidad, con peces, corales, tortugas e invertebrados. Tuvimos ocasión de hacer snorkeling, o dicho más claramente, buceo con gafas y tubo, contemplando la biodiversidad marina en alguna de las paradas de nuestro crucero tradicional. Vimos también muchos erizos por lo que tuvimos cuidado en no poner pie cerca de la playa. En el crucero los delfines nos acompañaron parte de nuestro recorrido. Podéis ver algunos videos y fotos en nuestras Redes Sociales,  Instagram, Facebook e Instagram Stories.

Nos dimos más de un baño en estas cálidas aguas, admirando en todo momento el entorno. A mí me recordó el paisaje de la Bahía de Halong, un tanto las sensaciones. Claro que aquí las montañas están peladas, sin vegetación, pero hermosas. Al finalizar el día nos fuimos al hotel y a la hora acordada quedamos todo el grupo para trasladarlos al lugar de la cena de despedida, un lugar de moda en Dubai cerca de la Marina. ¡Se nos acabó este extraordinario viaje!

Alberto Bermejo 

ONEIRA club de viajeros

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