En diciembre de 2024, Oneira Club de Viajeros partirá en grupo hacia la increíble Costa Rica, explorando dos de sus destinos más emblemáticos:  la Reserva Biológica Bosque Nuboso de Monteverde y El Parque Nacional Manuel Antonio, entre otros maravillosos lugares. Esta aventura en grupo nos llevará a descubrir la biodiversidad exuberante de la selva nubosa y las impresionantes playas del Pacífico, donde la naturaleza se revela en todo su esplendor. ¡Aún tenemos algunas plazas disponibles! No pierdas la oportunidad de unirte a este viaje inolvidable. Sigue leyendo para conocer un poco más estos dos lugares destacados de Costa Rica.

Compartimos parte del programa que estamos preparando. Nos adentraremos en la selva mágica, con una caminata guiada que nos permitirá apreciar aún más la biodiversidad que la caracteriza.  Reserva Biológica Bosque Nuboso Monteverde. Nos espera un recorrido guiado por senderos cuidadosamente diseñados para mostrarnos lo mejor de este entorno natural. Nuestro guía naturalista nos explicará la importancia ecológica de este bosque nuboso, uno de los pocos que quedan en el planeta, donde la humedad y las temperaturas frescas crean un ambiente único para las especies que lo habitan. La experiencia de caminar por el bosque nuboso es única. La vegetación aquí es exuberante, con enormes helechos y musgos que cubren cada rincón, creando un ambiente místico y casi mágico. A menudo, una neblina suave envuelve el lugar, creando una atmósfera de misterio mientras descubrimos la rica vida silvestre de este rincón privilegiado. El Bosque Nuboso es conocido por su clima húmedo y fresco, que es perfecto para una biodiversidad tan vasta. El agua está en todas partes, goteando desde las hojas y ramas, alimentando las raíces profundas de los árboles que han encontrado formas ingeniosas de sobrevivir en esta niebla perpetua. Dato curioso: la Reserva Biológica Monteverde fue fundada por un grupo de científicos y cuáqueros estadounidenses que llegaron a Costa Rica en los años 50, buscando un lugar pacífico para vivir. Decidieron proteger este bosque único, que hoy es uno de los más importantes del mundo. Entre la fauna más esperada se encuentran los monos aulladores, famosos por sus potentes vocalizaciones que se pueden escuchar a kilómetros de distancia. También podríamos tener la suerte de avistar el majestuoso quetzal resplandeciente, una de las aves más emblemáticas de América Central, con su plumaje de colores brillantes y su gran cola. Y eso no es todo, este bosque es un paraíso para los amantes de las aves, con más de 400 especies registradas, lo que convierte a Monteverde en uno de los destinos favoritos para los observadores de aves de todo el mundo. Nos sorprenderá la gran cantidad de epífitas, plantas que crecen sobre otras sin dañarlas, como orquídeas y bromelias, que adornan los árboles con sus colores vibrantes. Los musgos, helechos y líquenes tapizan el suelo y las ramas, dando al paisaje un aspecto de cuento de hadas.

Los últimos días los concentraremos en sumergirnos en la perfecta combinación de selva tropical y playas paradisíacas, con flora y fauna que nos dejarán maravillados. Hablamos del Parque Nacional Manuel Antonio, pequeño en tamaño, pero enorme en biodiversidad. Fundado en 1972, este parque ha sido reconocido a nivel mundial por sus impresionantes paisajes, donde la jungla densa se une a las aguas cristalinas del Pacífico. Durante nuestra visita, caminaremos por sus senderos, donde seremos testigos de la rica biodiversidad que este lugar alberga. Con suerte, podremos observar a los monos capuchinos, muy activos y curiosos, que suelen acercarse a los visitantes. También es probable que nos encontremos con los perezosos, siempre tranquilos en las copas de los árboles, y algunas de las coloridas especies de aves que habitan en la región, como tucanes y trogones. Los senderos no solo nos llevarán por la selva, sino también a miradores espectaculares que ofrecen vistas impresionantes del océano y la costa. En días despejados, el contraste entre el azul del mar y el verde de la selva es simplemente asombroso. Este parque es también hogar de iguanas, coatíes y una gran cantidad de insectos y reptiles que forman parte de este ecosistema único. Manuel Antonio es especialmente famoso por sus hermosas playas de arena blanca. Tras caminar por los senderos y explorar la selva, tendremos la oportunidad de relajarnos en una de las playas más bellas de Costa Rica. Las dos principales son Playa Manuel Antonio y Playa Espadilla, ambas perfectas para nadar o simplemente disfrutar del entorno natural. La Playa Manuel Antonio, rodeada de selva tropical, ofrece un entorno casi privado donde la naturaleza se despliega ante nosotros. No es raro ver iguanas caminando por la arena o incluso monos curioseando entre los árboles cercanos. Si nos animamos a una pequeña caminata adicional, llegaremos a Playa Escondida, una joya escondida dentro del parque que ofrece más tranquilidad y un paisaje igualmente espectacular.

¿Quieres conocer Costa Rica?

¡Nos vemos en los viajes!

Alberto  Bermejo 

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