Egiptomanía
ONEIRA club de viajeros prepara un gran viaje al Antiguo Egipto con salida el 26 de enero de 2023. ¿Quieres acompañarnos? ¡Reserva ya tu plaza!. Por la importante demanda de viajeros es particularmente necesario bloquear cuanto antes las plazas del grupo. Si quieres venirte, no te demores en apuntarte. Porque la egiptomanía prevalece, siendo incluso ¡más antigua! Que la propia egiptología. Hoy dedicaremos nuestro artículo a este interés desmesurado por el Antiguo Egipto, que se remonta a la época romana y alcanza nuestros días. Y no es para menos. Visitar Egipto y descubrir las maravillas arqueológicas que encierra este país es algo fascinante.
Os comentaba que en efecto, el interés por Egipto se desarrolló tras la conquista del reino de Cleopatra (aún siguen buscando su tumba) por parte de Roma. Adriano quedo maravillado del país, que lo consideró cuna de la sabiduría y la magia. De hecho, la primera novela latina “Metamorfosis de Apuleyo” se explaya ampliamente sobre los Misterios de la diosa Isis egipcia. Este interés exacerbado por Egipto se mantendría hasta la Edad Media y el Renacimiento.
En las “casas de la vida” egipcias se enseñaba a los aprendices: medicina, astronomía, matemáticas, alquimia y filología y acogían a estudiosos extranjeros llegados de diferentes lugares y culturas. El mismo Pitágoras fijó su residencia en Egipto para estudiar astronomía y geometría. Otros grandes pensadores recalaron en el país de los faraones.
El culto a diversas divinidades egipcias, como el comentado de Isis, se expandió por Italia en época romana, donde se levantaron algunos templos, como en Pompeya. De la misma forma los enigmáticos jeroglíficos desempañaron un papel relevante en la egiptomanía en el mundo antiguo. Tácito los describió como “pensamientos simbólicos representados mediante figuras de animales”. En 1422, Cristoforo Buondelmonti (nacional de Florencia) llevó a su tierra la copia de un pequeño libro encontrado en Grecia: “Hieroglyphica”, uno de los primeros manuales que pretendieron descifrar los jeroglíficos, hecho que no fue posible hasta el desciframiento de la Piedra Rosetta (expuesta en el British Museum de Londres) por Jean-François Champollion, otro de los grandes hitos históricos entre los egiptomaníacos. El jesuita alemán Athanasius Kircher se considera, en cualquier caso, como primer gran investigador de la escritura jeroglífica.
En otro post os contaremos la historia de Napoleón en el Antiguo Egipto, su expedición de finales del s. XVII, que se hizo acompañar por 167 investigadores y científicos (naturalistas, matemáticos, dibujantes, literatos, etc) para documentar el inefable Egipto y sus monumentos, demostración de un pasado de grandeza. A la finalización de su expedición, ya en Francia, se editaría la monumental “Description de l’Egypte”, en nueve grandes volúmenes que contribuyó a la propagación de la egiptomanía por todo Occidente.
Una expedición posterior a Egipto tuvo más éxito: la expedición franco-toscana de 1828, a petición de Champollion e Ippolito Rosellini (precursor de la egiptología) y patrocinada por el gran duque Leopoldo II de Toscana, orientada a levantar planos de los monumentos, copiar inscripciones en Egipto y Nubia, adquirir objetos arqueológicos e iniciar algunas excavaciones. Los investigadores reflejaron su trabajo en la excelsa obra: “Los monumentos de Egipto y de Nubia”.
En el s. XIX la pasión por Egipto y la egiptomanía se desbordó completamente, reflejándose en arquitectura y artes decorativas en toda Europa: edificios, capiteles, esculturas... Algunas sociedades secretas como la masonería también contribuyeron a su difusión. La decoración con motivos egipcios de la sala principal de la villa de Napoleón en San Martino, en isla de Elba (Italia) es una muestra de ello. Muchos pintores decimonónicos se inspiraron en temas egipcios para desplegar su arte. Sería también en el s. XIX cuando se fundaron las grandes colecciones de objetos egipcios reunidas en diversos museos. Durante este siglo se organizaron grandes e importantes excavaciones, como las del francés François Auguste Mariette y se hicieron relevantes descubrimientos, como la Tumba de Nefertari por Ernesto Schiaparelli. A finales del XIX la egiptología era ya inconfundiblemente una importante disciplina científica.
Pero el mayor hecho de importancia histórica que fascinó a todos y que profundizó aún más en la egiptomanía, esa enfermedad que parecía contagiar a todo el orbe, fue el descubrimiento por Howard Carter en 1922 de la tumba del faraón Tutankamón (de la que hablaremos otro día) completamente intacta, y su fabuloso tesoro. En el siglo XX se recogieron buenos ejemplos de egiptomanía en obras cinematográficas que relataban la vida de Cleopatra o de Moisés, o en historias increíbles y misteriosas, como La momia (1999). La literatura también se ha hecho eco de este furor por el mundo del Antiguo Egipto en novelas del español Terenci Moix y otros muchos autores internacionales.
Nuestra pasión por el Antiguo Egipto nunca se deslucirá. Seguiremos siendo poseídos por este gran mal, la egiptomanía, por ese misterio ancestral que se encierra entre las piedras que pueblan las tierras que habitaron durante milenios los antiguos pobladores de las riberas del ancho Nilo. ¿No os parece?
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
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Viaje Oneira al Antiguo Egipto: Entrevista al Doctor Sayed Salama
Oneira club de viajeros visitó en diciembre de 2019 el Antiguo Egipto, en un viaje atrás en el tiempo para penetrar sus misterios; descubriendo historias y leyendas de los grandes faraones, sus construcciones y el desarrollo artístico que implicó su civilización. En breve propondremos una nueva fecha de viaje el año próximo para todos aquellos amigos viajeros que no pudieron acompañarnos este año. Si quieres conocer Egipto con Oneira club de viajeros, escríbenos info@oneira.es
En 2019 hemos descubierto el Antiguo Egipto de la mano de uno de los más reconocidos e influyentes egiptólogos, el Doctor Sayed Salama, escritor natural de El Cairo, que además de su doctorado en la Universidad Helwan de El Cairo cuenta con una Licenciatura en Bellas Artes y Periodismo por la Universidad de Bostón (EEUU) y en Filología Hispánica y Francesa por la Universidad de Einshamr, Heliópolis, y una decena de títulos y reconocimientos oficiales. Políglota (habla y escribe en español, francés y hebreo, además de en su lengua natal) es el mejor cicerone que podríamos tener para Oneira club de viajeros, en un viaje apasionante e inolvidable.
Aprovechamos la oportunidad que nos brindaba el viaje para en un aparte poder concertar con nuestro guía el Doctor Sayed Salama una entrevista que realizó David Esteso, de Más Que Un Plan Agencia de Viajes in situ en el Hotel Le Meridien Pyramids de El Cairo, el pasado 13 de diciembre de 2019. Continuad leyendo...
David Esteso: Al parecer las pirámides eran tumbas de los antiguos faraones, ¿qué hay de cierto en las teorías que apuntan a que tienen muchos más miles de años de lo que la egiptología actual reconoce? ¿O piensa que están bien datadas actualmente?
Dr. Sayed Salama: Si visitamos la cámara subterránea de la Gran Pirámide, todavía podemos observar allí el nombre de Keops. No tiene sentido hablar de extraterrestres ni nada pseudocientífico. Hemos encontrado el nombre del arquitecto, las tumbas de los trabajadores. Tenemos perfectamente datado al personaje, egipcio. No viene de otro planeta. En segundo lugar y no menos importante, la datación en el Imperio Antiguo hay que escribir los nombres en color rojo, importantes, de todos los que participaron en la construcción de las pirámides, y tenemos información bastante precisa de la datación. El hijo de Ramsés II Jaemuaset restaura todas las pirámides en la Dinastía XIX. Quienes usaban la escritura jeroglífica no es gente ajena a Egipto. La caligrafía egipcia une a criaturas y al conocimiento egipcio; se pronuncian los mismos sonidos, hay que conocer la fonética del Antiguo Egipto. Las dataciones que conocemos son correctas. Si no fuera así, los faraones de la I y la II Dinastía hablarían de reyes más antiguos y sus creaciones. No podemos inventarlo, es así.
David Esteso: Queda muy claro su posicionamiento, profesor. Que confirma las dataciones actuales. No obstante, todos los imperios tienen un pasado. ¿Qué hubo anteriormente a la cultura faraónica de los últimos 5000 años? (antes del Imperio Antiguo) ¿Se sabe con suficiente certeza?
Dr. Sayed Salama: Si, absolutamente. Contabilizamos diez civilizaciones predinásticas anteriores. Acaban con Naqada II. Han tenido un desarrollo importante, hasta inclusive un desarrollo literario. Conocemos restos, conocemos poblados antiguos. En la cuarta era geológica (predinástica) llegó a cambiarse el cauce del Nilo, que estuvo a 30 kilómetros al Oeste, en el desierto. Se instalaron allí los primeros poblados. Cuando precisaban alimento los jóvenes formaban un grupo y cazaban y recolectaban en el valle del Nilo y luego regresaban a sus poblados. De aquellas etapas tenemos murales y alfarería muy bien hecha. Tenían gran sabiduría.
David Esteso: Profesor, esta es una pregunta más sencilla. ¿Cuándo se inaugura el nuevo Gran Museo Egipcio que se instalará en la Mesesta de Guiza? ¿Alguna novedad interesante al respecto?
Dr. Sayed Salama: La novedad es que habrá mucho público, muchos asistentes. Estaba previsto inaugurarlo hace mucho tiempo; ahora comentan que será en 2020. Pienso que la inauguración definitiva dependerá de la situación de Oriente Medio. Es un museo enorme, con más de treinta mil piezas y quedarán muchas sin exponer. El museo antiguo es como un almacén, con más de cien mil piezas. Los sótanos del museo del Cairo están repleto de maravillas. Queda mucho trabajo.
David Esteso: ¿Y entonces el antiguo Museo del Cairo se cerrará?
Dr. Sayed Salama: No. En absoluto. No se puede cerrar un museo extraordinario, ideal para el conocimiento de Egipto. El nuevo museo de Guiza será para los turistas, para ver lo más brillante. Los investigadores seguirán muy unidos al antiguo museo. Lo que hay en el Museo del Cairo no está en ninguna parte del mundo. Un egiptólogo irá siempre al museo original. No obstante, en el nuevo museo de Guiza se expondrá una parte importante del Tesoro de Tutankamon. El nuevo museo servirá para exponer más piezas y antigüedades.
David Esteso: ¿Hay algún avance en la búsqueda de la tumba de Cleopatra? Se comenta que está a punto de desvelarse su descubrimiento.
Dr. Sayed Salama: Sobre Cleopatra tenemos algún lío importante. Aun no se ha encontrado. ¿Dónde murió?. Al parecer murió en Alejandría, en zona sagrada. Probablemente donde estuvo el Templo de Serapis, en la zona de Alejandría donde se erige la Columna de Pompeyo, que pertenecía al Serapeo. Antes de la columna, había una estatua enorme del dios Serapis, si tenemos en cuenta las dimensiones de la base y el pedestal. Cleopatra era una mujer muy ambiciosa, quería ser la Emperatriz de Roma pero acabó llegando como cautiva de Roma. Consideramos que ella eligió morir en un cementerio sagrado, en Alejandría. Cerca del lugar que comento hay catacumbas. Ella solo quería el poder. Ante el enemigo romano, ella nunca sería enterrada como faraona. A Roma nunca le hubiera interesado.
David Esteso: Entonces Cleopatra quería el poder de Roma, unirlo a su dinastía. Unir Egipto y Roma… y los romanos querían el poder de Egipto…
Dr. Sayed Salama: Sí. Que sus hijos (de Cleopatra) alcanzaran el poder de Roma. Y ella, con el paso de los años, al menos tener el título de madre de la reina, o madre del rey. Era una señora muy orgullosa. No aceptó su cautiverio. Ella dio el veneno a su sirvienta para ver como sería su propia muerte. Ella prefirió morir envenenada. Suicidio. Se conoce muy bien la historia por documentación romana.
David Esteso: Esta es su especialidad, Doctor Salama. Algunos de sus libros abundan sobre la relación de Moisés, el éxodo y el pueblo egipcio ¿existe alguna vinculación entre la antigua cultura hebrea y la incorporación del monoteismo en la reforma religiosa de Akhenaton? ¿O cabe pensar que las creencias originales israelitas son derivadas de creencias egipcias?
Dr. Sayed Salama: Tengamos siempre en cuenta que Akhenaton, como cualquier faraón, quería el poder. Considero que toda la religión egipcia siempre estuvo respirando monoteísmo. Pero con el tiempo los sacerdotes impulsaron cambios y modificaciones. Akhenaton tuvo un problema y es que los sacerdotes de Amón tenían un poder enorme; el número era muy grande, 65.000 sacerdotes. Pero sus canciones dedicadas al dios sol Aton, están recogidas de himnos antiguos del Imperio Medio y el Imperio Antiguo; no estaba inventando nada nuevo. El solo quería sentirse faraón, sentirse con poder. Ya comenzó su movimiento con sus padres. Respecto al mundo judío. Hay que retomar los himnos de la IV dinastía para reconocer la inspiración monoteísta. En todas las cosmogonías del Antiguo Egipto se encuentra la figura de un creador. Y posteriormente la figura de los dioses... desconocemos completamente el significado de la palabra dios (“necher”) para los egipcios, porque podría tener otro significado. Puede significar dios, ángel, o ser sagrado. Moisés no fue el primero de los israelitas, fue el patriarca José, que llegó a Egipto como esclavo. Interpretó los sueños del faraón, según nos cuenta la Biblia. La antigua religión judía adoptó una gran cantidad de ceremonias egipcias. Esto se ve en numerosos templos, tenemos los rituales.
David Esteso: De hecho hemos visto diversos símbolos de numerosas religiones en los templos que hemos visitado, cruces, escritura copta, etc.
Dr. Sayed Salama: Hemos visto hasta los signos que empleaban los egipcios para ofrecer la paz, la rama del olivo, las espigas. Numerosa simbología. No diré que los judíos tomaran toda su religión de Egipto, pero sí diré que los rituales judíos fueron muy influidos por las ceremonias religiosas egipcias. Insisto que el origen de la cosmogonía egipcia era el monoteísmo, con el tiempo se fueron añadiendo elementos que distorsionaron las creencias en un solo dios. Y considero que la mayor parte de las religiones están inspiradas por las creencias egipcias. En mi libro “Moisés y el Éxodo: a la luz de las fuentes sagradas y de la egiptología” he detallado todos los símbolos de Moisés situándolo en el contexto histórico egipcio, hasta el lenguaje. Me ayuda mi buen conocimiento del hebreo.
David Esteso: En relación con este tema, ¿qué nos puede comentar sobre su relación con el Vaticano?
Dr. Sayed Salama: No tanto con el Vaticano, como con el Centro de Estudios del Oriente. Estoy trabajando con ellos sobre la terminología egipcia recogida en la Biblia, en el Antiguo Testamento, buscando relaciones. Pero no puedo comentar ahora nada porque estamos trabajando en ello.
David Esteso: Comprendemos. Vamos con la última pregunta, profesor. ¿Cuál es el legado que nos deja el Antiguo Egipcio (su cultura) a nuestra propia cultura occidental actual? ¿Qué hemos aprendido de los egipcios?
Dr. Sayed Salama: ¿Qué dejaron los antiguos egipcios de enseñar? Todo lo nuevo. Lo más moderno. La electrónica, la informática. Todo lo demás nos lo legaron ellos. Esto es lo milagroso en la civilización faraónica. Pese a que Egipto fue ocupado por un gran número de fuerzas extranjeras, persas, hicsos, sirios, etc., Egipto se defendió muy bien. Ante el avance de los enemigos del norte y noreste, Egipto emplazaba defensas fuera de su territorio. Pese a las guerras, se mantuvo Egipto fiel a sus costumbres y cultura. Posteriores civilizaciones sólo se limitaron en modificar el legado de los egipcios. Ptolomeo II Filadelfio ordenó poner por escrito todo el saber egipcio para ponerlo a disposición del mundo en la Biblioteca de Alejandría. En referencias griegas antiguas vemos continuamente el trasfondo egipcio. El segundo libro de Heródoto está dedicado en su totalidad a Egipto. Creo que el origen de todas la culturas occidentales, está en Egipto básicamente. Los propios griegos llegaron a Egipto y se empaparon de su ciencia y su cultura. La astronomía antigua egipcia está más avanzada que la astronomía actual. La mayor parte de los textos antiguos no se conoce bien. La mayor parte de la arquitectura faraónica es arquitectura astronómica. Si alguien no lo cree, que venga, yo le ayudaré. Era un mundo muy desarrollado, muy sabio.
David Esteso: En algunas conversaciones ha nombrado la Biblioteca de Alejandría en la que se destruyó muchísima información. ¿Cuál es su parecer?
Dr. Sayed Salama: Hubo un incendió, pero no todo se perdió. En Egipto, por cierto, conservamos mucha información. En el Museo Antiguo, tenemos la sala 34, con todas las herramientas usadas por los antiguos egipcios. Hasta los instrumentos usados en la cirugía, las reglas, los metros, las escuadras, la plomada, lo que se usaba en construcción. Al recorrer la sala te das cuenta que no hay nada nuevo en el mundo. Hasta los juegos de los niños. Hasta pelotas de papiro o de cuero. O la balanza romana, que era egipcia. Los romanos movieron los productos egipcios gracias a su red de carreteras; pero todo era egipcio.
David Esteso: Y ya lo hemos comentado, pero me parece curioso nos de su opinión. ¿Cuál era la creencia de los antiguos egipcios respecto a los extraterrestres?.
Dr. Sayed Salama: Ellos creían que hay una fuerza mayor en el Universo. No extraterrestres, sino una especie de Energía. Por ello la mirada de los egipcios es una mirada religiosa. Hacer el trabajo cada día con amor, del antiguo egipcio, formaba parte de su felicidad. Era su filosofía de vida.
David Esteso: Gracias Dr. Salama por esta entrevista. Ahora toca descansar, que mañana continuamos con las visitas.
¡Nos vemos en los viajes!
David Esteso
Más que Un Plan Agencia de Viajes (Alicante)
Alberto Bermejo
ONEIRA club de viajeros
Juego de Tronos y el Antiguo Egipto
SI sois fans de Juego de Tronos (Games of Thrones) como yo, este clásico instantáneo de HBO, estaréis disfrutando la última temporada… ¡se nos acaba la diversión!. Al menos seguimos teniendo nuestras cabezas sobre los hombros y no hemos perecido pese a la gran mortalidad asociada a la serie, la de sus protagonistas. Siempre nos quedará la oportunidad de seguir realizando grandes viajes (¡con Oneira!) para visitar sus localizaciones y descubrir la otra cara de la serie. Y por cierto en octubre nos vamos (yo no faltaré en este viaje, amigos) a Croacia y Eslovenia y en Croacia vamos a visitar la capital de los Siete Reinos, Desembarco del Rey, uno de esos escenarios que alimentan nuestros sueños, estamos refiriéndonos a Dubrovnik.
Pero no quiero desviarme mucho del tema, porque no solo quiero mencionar Juego de Tronos sino hablar de nuestro viaje a Egipto Oneira de diciembre 2019, otro destino onírico donde los haya. Estamos preparando un viaje vibrante. Hemos de concluir que George R.R. Martin cuando escribió la épica saga literaria que inspira la serie “Canción de Hielo y Fuego” además de inspirarse en diversas guerras y períodos humanos, también lo hizo en una de las civilizaciones más enigmáticas y apasionantes de todos los tiempos: el Antiguo Egipto.
Dicen los que más saben sobre la saga de Juego de Tronos que para configurar la dinastía Targaryen, con sus dragones y particular cultura, o a los Lannister, el autor rebuscó en la civilización egipcia. En Egipto era práctica común los casamientos entre hermanos, como en la serie; sin ir más lejos Cleopatra se desposó con su hermano Ptolomeo antes de flirtear con Marco Antonio y Julio César. Atención, Live Science ha descubierto que tiempo atrás ya gobernó un misterioso faraón femenino. De hecho se conoce que la tumba de Tutankamón descubierta por Howard Carter al que dedicamos un post en nuestro blog Oneira estuvo destinada originalmente para una mujer, o quizás dos, hermanas de Tutankamón. Cuentan que Neferneferuatón, de 12 años de edad, sucedió como faraón disfrazada de hombre a su padre Akenatón y casó con su hermana mayor Meritatón. La investigadora Valérie Angenot de la Universidad de Quebec afirma que tras un año llegó a coronarse como faraón, lo cual no es compartido por toda la comunidad científica. Meritatón pudo ser esposa de su padre Akenatón. Los detractores de esta teoría afirman que el misterioso faraón femenino es Nefertiti, o bien Hatshepsut (visitaremos su templo en diciembre 2019), la otra gran mujer faraón de Egipto, hija de Tutmosis I, que contrajo nupcias con su hermanastro Tutmosis II, aunque su verdadero amante fue Senenmut, su íntimo consejero. Neferneferuatón, con 7 años no podría ser esposa real, por edad, por ello fue proclamada faraón: Tutankamón era muy joven para reinar y por ello se optó por la pequeña dama. El equipo funerario que descubrió Carter tiene huellas del nombre de Nefernefuruatón. Pero muchos egiptólogos opinan que esta misteriosa mujer no era otra que Nefertiti.
Nefertiti, de belleza legendaria, fue reina, la segunda gran esposa real de Akenatón. De ahí tanta confusión. Angenot apunta que las hijas de Akenatón no reinaron y que tendría más sentido que fuera Nefertiti, que habría cambiado de nombre en los últimos años de su vida, porque ella además no estaba en línea de sangre real, era simplemente esposa del faraón. Y que la tumba de Tutankamón realmente estaba diseñada para Nefertiti. Aidan Dodson, profesor de egiptología en la Universidad de Bristol afirma que ya se menciona a Nefertiti con el nombre de Neferneferuatón en otras ocasiones. Como vemos, continúan habiendo enigmas permanentes en torno a esta civilización milenaria egipcia. Preguntaremos a nuestros guías el próximo mes de diciembre de 2019 cuando pongamos pie en Egipto sobre este verdadero Juego de Tronos.
Alberto Bermejo
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La tumba de Cleopatra, la última reina de Egipto
La tumba de Cleopatra, descubierta. Al parecer así parece afirmarlo el celebérrimo egiptólogo Zahi Hawass de 71 años, que lo ha sido todo en Egipto, experto entre expertos en el Antiguo Egipto. Está a punto de darse a conocer este gran descubrimiento según el afamado arqueólogo. Cleopatra descansa bajo tierra desde el año 30 a. de C. Junto a su amado Marco Antonio; y su lugar de enterramiento fue Taposiris Magna, a 50 kilómetros de Alejandría.
La mítica reina Cleopatra perteneció a la dinastía de los Ptoloméo, que se estableció en Egipto tras las conquistas de Alejandro Magno en su vasto imperio. A la muerte de Alejandro, Egipto quedó bajo el control del general macedonio Ptolomeo I que fundó la dinastía. Esta estirpe permanecería gobernando Egipto durante casi tres siglos. La belleza y la astucia de esta reina han sido recogidas por la literatura y el cine y han alimentado su leyenda. Julio César cayó rendido a sus pies (en torno a 46 a. C.). Tras el asesinato de Julio César en el 44 a. C. Cleopatra maniobró para seducir a Marco Antonio, que por aquél entonces guerreaba contra Octavio Augusto por el cetro de Roma. Cleopatra y Marco Antonio impusieron su poder en Oriente pero cayeron frente a Octavio Augusto. Este último llevó a Cleopatra como botín de guerra a Roma. Cleopatra se sucidaría dejándose morder por un áspid. Augusto asesinó también a Cesarión, el hijo de Cleopatray extinguió así la dinastía ptolemaica, quedando Egipto anexionado al Imperio Romano. En un destino de amor y muerte, Marco Antonio y Cleopatra fueron enterrados juntos.
El descubrimiento de la tumba (que no debe ser un lugar funerario cualquiera) de la pareja será, a decir por los egiptólogos, más importante incluso que el descubrimiento de la tumba de Tutankamón. Zahi Hawass, que fuera Ministro de Antigüedades de Egipto, desveló esta información hace pocos días en una ponencia en Palermo. Informa que saben exactamente dónde cavar, por el descubrimiento de algunos jeroglíficos con importantes referencias al nombre de Cleopatra. Hawass lleva años soñando con protagonizar un descubrimiento de este calibre.
Muy probablemente al frente de la excavación se encuentre Kathleen Martínez (arqueóloga dominicana que trabaja en Egipto desde 2005). En algunas entrevistas esta arqueóloga ha manifestado que algunos objetos y estructuras que ha encontrado en Taposiris Magna apoyan la teoría de que la pareja yace debajo de este templo hermano del templo de Philae. Se trabaja con las tecnologías más avanzadas para desvelar el misterio, pero la tarea es compleja. El lugar señalado está inundado y no permite excavar bien, según informó el arqueólogo en Palermo.
Desde más de 2000 años Cleopatraes leyenda viva y su figura continúa rodeada por el misterio. La leyenda y el mito de la última reina de Egipto, perduran.
Alberto Bermejo
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