Viajes en grupo ONEIRA 2021 y 2022

Amigos viajeros:
Oneira club de viajeros presenta sus próximos viajes en grupo, incluyendo los destinos de 2022.
Oneira club de viajeros está pensado para disfrutar los mejores viajes en grupo, intensos y personalizados.
Buscamos la belleza del mundo que está ahí fuera. Una apuesta por los viajes sostenibles y proyectos viajeros responsables.
Grandes viajes a tu medida con especial interés en el arte, las gentes, la cultura local y la naturaleza de los lugares que visitamos. Centrados en lo que importa, vivir el viaje auténticamente en el relativamente corto espacio de tiempo que invertimos en cada uno.
Preparamos las mejores experiencias para nuestros viajeros. Disfruta el viaje como nunca. Descubre los viajes que hemos preparado para ti.
Descubre los viajes en grupo 2021 y 2022 de Oneira club de viajeros. Un viaje a tus sueños. info@oneira.es
OCTUBRE 2021 - Polonia - 9 días MP - 1.590 € - 4 últimas plazas.
DICIEMBRE 2021 / ENERO 2022 - Nuevo viaje al Antiguo Egipto. En preparación. 11 días.
VIAJES en grupo ONEIRA 2022
Semana Santa 2022 - Georgia y Armenia - 10 días
Mayo 2022 - Viaje a Centro Europa - 10 días
Junio 2022 - Viaje a Rumanía - 9 días
Septiembre 2022 - Viaje a Turquía - 9 días
Octubre 2022 - Viaje a Vietnam - 15 días
Diciembre 2022 - Viaje a Israel - 8-9 días.
 
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MÁS QUE UN PLAN AGENCIA DE VIAJES
David Esteso

Alberto Bermejo | ONEIRA, un viaje a tus sueños

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Las músicas de Polonia

En octubre viajamos en grupo a Polonia con Oneira club de viajeros, ¿nos acompañas? Tenemos un par de plazas libres en este viaje, si quieres conocer este espléndido país con nosotros. Ahora, hablemos un poco de música polaca.

Hay que dejar en un pedestal bien alto al compositor fundamental de Polonia, el romántico Fryederyk Chopin (1810 – 1849), uno de mis preferidos. No me canso de escucharle; su piano es conmovedor. Chopin es considerado uno de los grandes de la música culta, de maravillosa técnica, precisión estilística y elaboración armónica. Pianista extraordinario y un verdadero orgullo nacional en Polonia, que se escucha prácticamente en cada solemne ocasión. El Parque Real de Lazienki se convierte en temporada alta en una sala de conciertos al aire libre, con nuestro compositor de cabecera de protagonista. Chopin, a diferencia del seductor Liszt (que era lo más parecido a un superstar y enloquecía a sus fans) era introvertido y padecía miedo escénico, por lo que optada a menudo por dirigir sus conciertos a públicos discretos. Nuestro romántico compositor quedó rendido a los pies de George Sand. Ambos, supongo que ya lo sabréis, fueron viajeros europeos célebres de su tiempo en tierras mallorquinas.  Pero estas son otras historias.... Sabed que el corazón de Chopin se venera encerrado en un frasco de alcohol en Varsovia.

Hay que destacar también al neorromántico Paderewski (1860 – 1941). Extraordinario pianista. En 1919 interrumpió su carrera artística y se metió en política. Luchó por la independencia de su país y llegó a ser Primer Ministro.  De Polonia también es el virtuoso Artur Rubinstein (1887-1982). Su interpretación de las obras del maestro Chopin es extraordinaria.

Entre la música tradicional polaca destaca  la polonesa, como más representativa;  lenta y rítmica, con compás ternario, y parejas danzando de la mano acompañando la melodía, aludiendo al orgullo y la dignidad.  La mazurka es  una danza y forma musical presente en la tradición rural polaca, también de compás de tres tiempos y originaria de Mazovia desde el s. XVII; está asociada a la fantasía. El oberek es un baile rápido de compás ternario, consistente en giros por parejas, acompañados de palmas o zapateo, vinculado a la impetuosidad.

Polonia se enorgullece de su legado judío y es habitual encontrar conciertos de música klezmer, la música tradicional festiva de los judíos del este de Europa. La música klezmer está vinculada con la música balcánica y se caracteriza por unas músicas muy características de inspiración pasional: en ocasiones la melodía se muestra con gran frenesí, en otras se torna nostálgica.  Las bandas que tocan música klezmer son habitualmente tríos, con algún músico adicional en ocasiones. Con un violín y un instrumento de metal. La música es instrumental aunque también podemos encontrar vocalistas. Mi grupo de música klezmer favortito es Kroke, a quienes he visto en directo en distintos conciertos en España. Os lo comentaba en mi último artículo sobre tips culturales de Polonia, donde os cuento algunas anécdotas. Siempre que ha sido ocasión, he acudido a disfrutar de su música. Ahora les escucho en Spotify, mientras escribo estas líneas.  En 2019 celebraron su 25 aniversario de la creación del trío polaco. Los temas que más me gustan son “Time” y “Usual Hapiness”.  "Time", elaborada circularmente a modo de bolero,  tiene una dulzura exquisita. “Trío” en 1996 fue su disco debut. Son grandes viajeros, comentan sobre los viajes:

“El viaje ha sido siempre una parte de nuestra vida, de nuestra aventura musical. Nos ha acompañado durante muchos años y no hay duda que nos seguirá acompañando. Es una puerta que nos permite entrar en los jardines de fantasía de culturas desconocidas y personalidades humanas. La apertura a otro hombre, sus tradiciones e historia, es una de nuestras principales filosofías. Nos permite descubrir mundos inexplorados y nos deja una profunda autoreflexión”

Bonita reflexión. Y a ti, ¿te gusta su música? Aprovecharemos también nuestro viaje a Polonia de octubre de 2021 para acercarnos al sentimiento musical polaco. ¡Nos vemos en Polonia!

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Claves culturales de nuestro viaje a Polonia (Oneira)

A pocas semanas de nuestro viaje a Polonia de nuestro club de viajeros os propongo algunas claves culturales de interés para entender mejor el país que vamos a visitar. Son referencias absolutamente personales que me complace compartir con vosotros.

Antes, un recordatorio. A la fecha de publicación de este post hay unas pocas plazas libres para nuestro viaje a Polonia ONEIRA de octubre 2021. ¿Te vienes con nosotros?

A destacar que la UNESCO declaró hace unos años a Cracovia como “ciudad de la literatura”. Esto lo palparemos cuando caminemos por sus calles. Una de las primeras cosas que haré allí es sumergirme en la librería Matras, la “catedral de los libros” para descubrir sus tesoros, que pasa por ser la librería más antigua de Europa, que data de 1610. Shakespeare o Cervantes bien podrían haberse asomado por allí si anduvieron por Cracovia. Esta librería ha abierto sucursal en el moderno centro comercial Galleria Krakowska, según he podido leer.

Si seguimos con libros, podréis leer el artículo que publiqué en el blog Oneira el pasado 11/01/2020:  Literatura en clave polaca.  Este país ha dado al mundo seis grandes premios Nobel.  Y otros excelentes escritores. Curiosamente muchas de sus obras han inspirado grandes films.  Mi recomendación personal es que descubráis algún buen libro del apasionado Joseph Conrad, o de Ryszard Kapuscinski, inefable reportero-viajero. Si nos ponemos algo más serios, una referencia inexcusable (en cine y literatura) es Quo Vadis? Un péplum maravilloso basado en la novela del Nobel Henryk Sienkiewicz: religión, acción,  romance e intriga histórica.

La música. En próximas semanas prepararé para este blog un artículo sobre la música polaca. Ahora destacaré que en nuestro viaje de grupo a Polonia no hay que olvidar al romántico Fryederyk Chopin (1810-1849), uno de mis compositores preferidos, emparentado con la capital, Varsovia, donde encontraremos su monumento. Si queréis TODO Chopin en CD, en Amazon podéis encontrar a buen precio: Chopin: The complete Chopin. Una edición limitada de importación, a buen precio. Del sello Deutsche Gramophon. Yo tengo en casa a buen recaudo una versión reducida que me compré en un viaje a Viena de hace eones…

Siguiendo con música, una banda fabulosa con una base de música Klezmer es Kroke, en portada de este post, que he tenido oportunidad de ver en directo en España. Fue fundado en 1992 por tres amigos. Ahora son algo más eclécticos en sus composiciones, pero su música nos recuerda a Polonia de cabo a rabo. Fueron “descubiertos” en el restaurante “Ariel” por Kate Capshaw, esposa de Spielberg (que rodaba la cinta “La lista de Schlinder” – otra referencia que os dejó destacada para este artículo- en Cracovia) y se los llevaron a Jerusalén. Su música acabó siendo escuchada por Peter Gabriel que les invitó en 1997 al Reino Unido para participar en el Festival WOMAD. He mirado conciertos en Polonia, en nuestras fechas de viaje. Actúan el 13/10/21 en Varsovia, pero dicho día el grupo estaremos precisamente visitando Cracovia. Una pena no poder verlos en directo.

Y no podría finalizar este artículo sin hacer referencia a una clave cultural fundamental en este viaje, que será el conocimiento del trágico destino de los judíos polacos de manos de los nazis. Conoceremos este tema en profundidad, especialmente en la visita a Auschwitz y en nuestro recorrido por el barrio judío de Cracovia. Si queréis profundizar más sobre la historia común de los judíos y los polacos os dejo un enlace a este estudio de la investigadora Olga Glondys publicado el pasado abril 2021 en  Letras Libres en la Web.

Queridos amigos, es todo. ¡Nos vemos pronto de viaje! Y en octubre, en nuestro viaje a Polonia de Oneira club de viajeros, Un viaje a tus sueños.

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La vieja Nowa Huta en Cracovia

El próximo mes de octubre de 2021 ONEIRA club de viajeros se embarca en una nueva aventura en grupo con nuestros amigos a Polonia, para descubrir las maravillas de este país. Viaje a Polonia.

Si revisáis los posts publicados en nuestro blog ONEIRA sobre Polonia encontraréis algunas entradas interesantes sobre los lugares que conoceremos en el destino.

En este viaje hemos decidido añadir un lugar en Cracovia, menos frecuentado en los viajes de folleto. Nos fascinan los lugares fuera de sitio, como este que conoceremos en allí,  Nowa Huta. El barrio más nuevo y grande de Cracovia, que fue levantado en la época comunista en torno a una enorme fábrica de acero (Tadeusz Sendzimir). Es una buena muestra de la ciudad ideal comunista.

Este complejo arquitectónico se levantó en la época en que el camarada Stalin ostentaba el gobierno del Kremlin.  Eran los años cincuenta del siglo pasado y Cracovia estaba rodeada por terrenos agrícolas dispersos. Iósif Stalin determinó que Polonia debía convertirse en un verdadero complejo industrial y metalúrgico.  Era preciso acabar con el reducto de reaccionarios influenciados por la intelectualidad y la Iglesia Católica, vencer su resistencia y proclamar una sociedad atea.

En su planificación se concibieron amplias avenidas, zonas verdes y servicios sociales esenciales para la comunidad. Como comentaba, se había decidido superar la Cracovia intelectual y burguesa glorificando a la clase obrera a mayor gloria del comunismo rampante. Y sin embargo, con el tiempo se convirtió en el centro de la resistencia anticomunista, dado que en el período de la ley marcial Nowa Huta fue testigo de manifestaciones del sindicato “Solidaridad”.. Ironias de la historia….

Hay incontables signos y recuerdos de aquella época nostálgica para muchos polacos, que llamarán nuestra atención y nos sorprenderá la arquitectura única basada en el realismo social. El corazón de Nowa Huta sería una construcción inspirada en el ágora de la antigua Grecia y en torno al centro se diseminarían urbanizaciones y edificios comunistas. Los grisáceos bloques de viviendas en inimaginable buen estado, comparten espacio con algunas iglesias. Los refugios antiaéreos se cuentan por decenas. Nos llamará la atención los bares de leche, auténticos restaurantes populares de la época comunista.  Visitaremos el búnker original del “Puesto de mando principal” de la Guerra Fría en la antigua acería de Lenin, y el complejo administrativo abandonado de la fábrica, salas y túneles secretos.

En los años siguientes se abrieron dos cines gemelos: Świt y el Teatro Ludowy. En esta área se puede visitar el Museo de la República.  En 2004 este barrio, el llamado “Viejo Nowa Huta” se inscribiría en el registro de monumentos de Cracovia como un ejemplo de urbanismo de realismo socialista.

Si quieres acompañarnos en este viaje contacta con nosotros, ¡últimas plazas!

 

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Las Minas de Sal de Wieliczka (Polonia)

En octubre ONEIRA club de viajeros se embarca en una bonita aventura por uno de los países con más encanto de Europa. ¡Nos vamos a Polonia! Vamos a conocer hoy una de las atracciones más sorprendentes del país y que no dejaremos de visitar.

A unos 14 km al sureste de Cracovia se encuentran las Minas de Sal de Wieliczka, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1978. Son un espectral mundo de cámaras y pozos tallado completamente a mano a partir de bloques de sal que comenzaron a ser explotadas en el siglo XIII. Un verdadero tesoro de sal.  Sus 300 km de túneles están repartidos en 9 niveles, situándose el más profundo a más de 320 metros de profundidad. La sección abierta al público comprende 22 cámaras conectadas por galerías a una profundidad entre los 64 y los 135 metros. Estas minas son populares en la región por sus propiedades curativas y de conservación a causa de su especial microclima. A 135 metros de profundidad hay un ambulatorio donde se atienden afecciones alérgicas crónicas en estancias que incluso incluyen métodos médicos que requieren pasar la noche allí abajo. Algunas formaciones de sal se han convertido en capillas con figuras y retablos propios, mientras que otras destacan por sus estatuas y monumentos.

La perla del lugar es la increíble capilla de Santa Kinga, casi que más bien una iglesia por sus dimensiones (54 m x 18 m de planta y 12 m de altura). Absolutamente todo en ella es de sal, desde los retablos hasta los candelabros. Para poder terminar este apasionante templo subterráneo hicieron falta 30 años completos de trabajo de un hombre y luego otros 30 años de su hermano, extrayendo entre ambos la módica cantidad de 20 mil toneladas de sal gema. Muy a menudo se celebran concierto y misas. También destaca el lago salado de la cámara de Eram Baracz, cuyas aguas encierran 320 gramos de sal por cada litro (el mar Muerto posee unos 350 gramos de sal por litro) y la cámara de Stanislaw Staszic, de más de 35 metros de altura. Por último y no menos importante es la visita del Museo de la Sal de Cracovia, el cual se desparrama por catorce cámaras del tercer nivel.  En las distintas cámaras se representan algunas historias y leyendas de Polonia, así como otros pasajes históricos. En la mágica Cámara Weimar nos sorprenderá un pequeño lago iluminado.

A lo largo del tiempo, grandes personajes ilustres de la historia han transitado las minas, entre ellos Nicolás Copérnico (astrónomo y polímata), Johann Wolfgang von Goethe (poeta, novelista, dramaturgo y científico), Alexander von Humboldt (geógrafo, astrónomo y humanista), Dimitry Mendeleyev (químico ruso descubridor de la tabla periódica), Ignacy Jan Paderewski (painista, compositor, dramaturgo y político polaco), Robert Baden-Powell (fundador del Movimiento Scout Mundial), Karol Wojtyla (Papa Juan Pablo II), Bill Clinton (42º presidente de los EE.UU), así como muchos monarcas

¿Nos acompañas a conocer este tesoro polaco?, Escríbenos info@oneira.es

 

Daniel Bermejo

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La huella judía en Cracovia

Epicentro de la cultura judía durante centurias, Kazimierz fue uno de los lugares que más padecieron el terror nazi durante la Segunda Guerra Mundial,  y en su mayor parte, los judíos que habitaron este barrio fueron trasladados forzosamente al gueto de Podgorze. Os contamos algo más sobre la triste historia de este emblemático barrio de Cracovia y algunos aspectos interesantes sobre la huella judía en esta gran ciudad de Polonia que es Cracovia.

El  Barrio Judío de Kazimierz durante buena parte de su temprana historia fue una región independiente con sus propias normas y fueros donde cristianos y judíos convivían puerta con puerta. En el año 1335, el monarca Casimiro III el Grande fundaría Kazimierz en la periferia sur de la ciudad. Los privilegios otorgados propiciaron el fuerte crecimiento de la comunidad, la constitución de su propio ayuntamiento y la construcción de una plaza casi tan grande como con la cuenta Cracovia. El lugar fue cercado por una muralla y a finales del siglo XIV se convirtió en la ciudad más importante y próspera después de Cracovia.

Los primeros judíos se establecieron en Kazimierz poco después de que su creación, pero no fue hasta el año 1494, momento en que fueron desterrados a extramuros de la ciudad por orden del rey Jan Olbracht, cuando su población creció abrumadoramente. Reasentados al noreste del barrio cristiano, un muro dividía a las dos comunidades. Desde entonces, la historia de Kazimierz se caracterizó por las inundaciones, incendios y plagas, con cristianos y judíos viviendo próximos pero separados. Evadiendo las persecuciones sufridas a lo largo y ancho del viejo continente, judíos de todas partes de Europa llegaron al barrio, haciendo que este creciera exponencialmente y marcando el carácter de la ciudad entera. En cuanto comenzó la II Guerra Mundial, Kazimierz era un barrio de la periferia con mayoría judía que poseía una cultura y un ambiente únicos. Los alemanes mandaron forzosamente a los habitantes judíos hacia un gueto de entrada restringida en Podgórze. Desde este lugar los judíos eran enviados a campos de concentración y de trabajos forzados, donde, con el paso del tiempo, serían ejecutados por el régimen nazi.

En el año 1939 la ciudad contaba con 65 mil judíos y tras el final de la IIGM solo sobrevivieron 6000, menos de un 10% de su población original. Durante la época comunista el barrio sería completamente olvidado y todo cambió cuando que se estrenó La Lista de Schlinder, que sirvió para recordar al mundo la inhumana historia en contra de los judíos. Este es el segundo barrio de la ciudad considerado por la Unesco en 1978 como Patrimonio de la Humanidad. La atractiva e imprescindible Calle Szeroka es el centro de gravedad del barrio. Es bonito pasear a través de algunas de sus calles más importantes, como Józefa, Bozego Ciala o Miodowa, o callejones como los de Lewkowa, Ciemna o Izaaka. Es bastante común visitar alguna sinagoga. Cracovia es, sin duda, una ciudad inigualable que te dejará atónito. Actualmente el barrio desempeña una doble función: reúne numerosos lugares importantes e interesantes (por ejemplo, iglesias, sinagogas y museos) y alberga alguno de los más aclamados y animados cafés, locales de ocio y restaurantes de Cracovia.  El Barrio Judío propiamente hablando se encuentra en la parte oriental de Kazimierz y es un núcleo cultural judío que no tiene parangón en Polonia. El barrio ha recuperado algo de su personalidad judía por inauguración de restaurantes kosher con música klezmer en directo, al lado de museos centrados en la cultura judía. Si cruzas el río encontrarás la conocida Fábrica de Oskar Schindler (Muzeum Schindlera) gracias a la película mundialmente conocida “La Lista de Schindler” y dirigida por Steven Spielberg. Oskar Schindler fue un habilidoso hombre de negocios que, miembro del Partido Nazi en busca de oportunidades de negocio, fue inscrito por las SS como informante, algo que le posibilitó establecer un fuerte vínculo con el alto poder nazi. Una vez Polonia fue invadida, Schindler se adueñó de una fábrica de ollas llamada Deutsche Emaillewaren-Fabrik en la que tomó la decisión de elaborar utensilios de campaña. A causa de que la mano de obra alemana era excesivamente cara, resolvió elegir a sus empleados entre los judíos que se hallaban en el campo de trabajo de Plaszow. Una vez fue adquiriendo conocimiento de como los nazis trataban a los judíos, Schindler empezó a tomar conciencia y negoció para que sus empleados pudieran mantenerse lejos del campo de trabajo de Plaszow, alojándolos a todos en la fábrica. A medida que pasaba el tiempo, la fabricación de ollas dejó de ser rentable, por lo que empezó a construir cápsulas de proyectiles, dando la orden de que una parte de ellos fueran defectuosos. Gracias a la labor tan peligrosa que realizó pudo salvar la vida a más de 1200 personas. Actualmente se conserva como el Museo de la Fábrica de Schindler donde alberga una exposición permanente denominada “Cracovia bajo la Ocupación Nazi entre 1939 y 1945”. 

Sentimos aún dolor por el gran exterminio de que fue objeto el pueblo judío por el régimen nazi. Lo pude sentir, virtualmente, en mi reciente visita a Berlín y al Campo de Concentración de Sachsenhausen... pero esto es otra historia que más adelante os contaremos.

Daniel Bermejo 

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Varsovia, la ciudad de Chopin

"Porque allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón. Para Fryderyk Chopin, de sus compatriotas".  Esta inscripción podréis encontrarla en la urna donde está depositado el corazón de Chopin y que se encuentra en la Iglesia de Santa Cruz, como fue su expreso deseo antes de morir. Y es que Varsovia es una ciudad repleta de tesoros, como comprobaremos en nuestro viaje a Polonia Oneira de julio 2020.   Varsovia ha sabido alzarse sobre sus ruinas y recobrar todo su esplendor. Palacios, museos, iglesias y parques encierran todo tipo de acontecimientos, buena parte de ellos desoladores, que no dejan indiferente al viajero. Y es que la resiliencia de la ciudad es incuestionable. A diferencia de otras regiones del país, la ciudad, en vez de consolidarse alrededor de la plaza del mercado viejo, se propaga por una extensa zona salpicada de variada arquitectura, que comprende desde construcciones góticas reparadas y edificios comunistas hasta bloques modernos. Este revoltijo es símbolo palpable del pasado agitado de la ciudad. Vamos a conocerla mejor, uno de los puntos fuertes de nuestro viaje.

Varsovia engloba un deslumbrante conjunto de barrios y emplazamientos emblemáticos. Sus extraordinarios museos descifran su compleja historia, desde la jocosa música de Chopin hasta el desastre del gueto judío. No obstante, no todo gira alrededor del pasado. La propuesta culinaria y de ocio de la capital de Polonia es la más destacada del país. La instauración oficial de la ciudad sucedió alrededor del año 1300 pese a que no existe constancia precisa de la fecha a causa de la desaparición del acta de fundación. Bajo el protectorado de los Duques de Mazovia se levantó la Catedral de San Juan y las murallas protectoras. A comienzos del siglo XV el pueblo judío comenzó a establecerse al norte de la población original. Esta ciudad recibió el nombre de Nowe Miasto, contando con su propia legislación y poder. En el 1413, la capital del ducado de Mazovia fue trasladada a Varsovia por orden de Janusz I. Tras la ocupación de la ciudad en 1526 por parte del rey Segismundo I, el ducado de Mazovia desapareció y la ciudad se incorporaría al Reino de Polonia. El cambio de gobernante produciría un enorme impulso económico y social que marcaría el traslado de la capital del Reino de Cracovia a Varsovia en 1596. Unos años antes de este acontecimiento, en 1573, la Confederación de Varsovia fijó la libertad religiosa en la República de las Dos Naciones, formada por Polonia y Lituania. Durante el siglo XVII la ciudad sufrió en exceso a causa de las epidemias, desastres naturales y guerras que castigaron a la población. Para colmo, los asedios de Transilvania, Suecia y Brandemburgo a mitad del siglo XVII fueron de especial crueldad. Tras la Gran Guerra del norte a principios del siglo XVIII los suecos sometieron Varsovia. Una vez que el rey Augusto II de Polonia abandonó la capital, el Parlamento Polaco acordó una alianza con Suecia para designar rey a Estanislao I Leszczynski. Durante este periodo se construyeron los edificios más emblemáticos de la ciudad, todos concentrados bajo el popular Eje Sajón. Tras la Guerra de Sucesión Polaca (1733-1738) se proclamó rey a Augusto III de Polonia. Con el apoyo de los rusos lograron expulsar al anterior monarca designado por Suecia. Su heredero fue Estanislao II Augusto Poniatowski, último soberano de Polonia como nación libre. A finales del siglo XVIII la República de las Dos Naciones estaba desmoronándose. Ante esto, Austria y Rusia realizaron la primera partición del país de manera conjunta. De este hecho surgió la primera Constitución del continente europeo, la segunda tras la llevada a cabo por los EE.UU. Tras dos particiones más, Polonia acabó incorporándose al Reino de Prusia y terminó perdiendo definitivamente su independencia. Napoleón expulsó a los rusos en 1806 y convirtió a Varsovia en la capital del recién formado Gran Ducado de Varsovia. Tras la desaparición del Imperio Francés en 1815, los rusos volvieron constituyendo el Zarato de Polonia, un estado dependiente del zar de Rusia que pervivió durante más de 100 años hasta el estallido de la IGM y la ocupación alemana. Una vez finalizó la guerra, el general y dictador polaco Józef Pilsudski instauró la Segunda República Polaca con capital en Varsovia. Tras otro intento ruso en 1920 para someter el país, los polacos acabaron expulsándolos en la Batalla de Varsovia, reconocida históricamente como el Milagro del Vístula. La IIGM se tradujo en una nueva ocupación alemana, la formación del Gueto de Varsovia a partir de 1940 donde los judíos fueron hacinados, su posterior genocidio y traslado al Campo de Exterminio de Treblinka y el asesinato definitivo de casi 800 mil varsovianos para el final de la guerra. Desde 1945 los rusos constituyeron la República Popular de Polonia, una nación socialista sometida a la Unión Soviética. Fueron estos mismos quienes reconstruyeron el casco histórico de la ciudad, Patrimonio de la Humanidad desde hace casi 40 años. Finalmente Polonia entró a la UE en 2004. 

En la ciudad lo más destacable es sin duda el Centro Histórico de Varsovia, levantado en el siglo XIII como ciudad amurallada y reconstruida tras la IIGM por parte de los soviéticos. Para conseguir un aspecto idéntico al anterior se necesitaron dibujos, planos y pinturas que gracias al enorme esfuerzo invertido el lugar es idéntico a cómo se encontraba en su máximo esplendor. De hecho y citando a la Unesco “la reconstrucción prácticamente total del Centro Histórico de Varsovia es un ejemplo único e inigualable del conjunto de un patrimonio arquitectónico histórico de los siglos XIII al XX”, por lo que fue declarado en 1980 Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Lo más interesante que se puede hacer es transitar a través de sus antiguas calles, dejándote asombrar por su arquitectura, sus colores y el tranquilo ritmo que se respira en el ambiente. Algunos viajeros comentan que parece como si hubiera estado ahí durante siglos. En el casco medieval y el centro histórico, una construcción que ha provocado mucha polémica es el Palacio de Cultura y Ciencia, todo un emblema de la capital y el más alto del país con más de 230 metros de altura. Tras la IIGM, el edificio fue obsequiado por la Unión Soviética pero la población lo entendió como una forma de exhibir la dominación de Stalin sobre el país, provocando la animadversión desde el principio. De hecho, ha recibido incontables apodos a lo largo de su historia, siendo el favorito de los varsovianos el siguiente: “El elefante con lencería de encaje”, haciendo referencia a su gran tamaño y a las exuberantes esculturas que embellecen los parapetos. No obstante, cuanto más tiempo pasa más aceptación goza la obra entre la población. Uno de los barrios más sorprendentes de la ciudad es el Barrio Praga, la zona más bohemia y alternativa de la capital. A través de los movimientos culturales y el arte urbano, lo que antes era un barrio inseguro ahora es uno de los lugares más deseados de la ciudad. Asimismo, al no haber sido destruido durante la Segunda Guerra Mundial, su arquitectura es especialmente asombrosa. En su interior se pueden visitar templos religiosos como la Catedral de San Florián y de San Miguel, el Museo del Barrio de Praga y los numerosos murales coloridos, otorgándole un carácter carismático a todos sus rincones. La Ruta Real es un afamado y reconocido paseo histórico en Varsovia (Polonia). Esta sigue el trayecto que realizaban los reyes del país desde su residencia oficial ubicada en la Plaza del Castillo (plac Zamkowy) hasta su vivienda veraniega en el Palacio Wilanow. En la Plaza del Castillo se encuentra el Castillo Real, allí donde residieron los soberanos polacos desde que oficializaron a Varsovia como capital del país entre el 1526 y 1795. El castillo está encabezado por la Columna de Segismundo III, símbolo de la ciudad con sus casi 25 metros de altura considerado el monumento no religioso más alto y antiguo de la capital. Rebosa de muebles de época y obras de arte. A destacar el Gran Apartamento y el espléndido Salón de Baile, recuperando su original versión de s. XVIII. El fresco en la techumbre, La disolución del caos, es una creación de Marcello Bacciarelli. El Salón Nacional fue ideado inicialmente como panteón, con lienzos que muestran escenas históricas de Polonia.  El Salón de Mármol es más pequeño y decorado al estilo del s. XVI; muestra 22 retratos de reyes polacos. El brillante Salón del Trono permite contemplar una admirable colección de 23 cuadros de Bernardo Belloto (1721-1780) más conocido como Canaletto. La Ruta Real se extiende a través de la calle Krakowskie Przedmiescie, una de las más bellas de Varsovia. Es una amplia avenida donde se sitúan algunos de los palacios e iglesias más atractivos de la capital. Además, el lugar actúa como centro cultural, ya que a través de este se pueden apreciar placas de cristal con réplicas de las obras trazadas por Canaletto. Junto a algunos bancos se puede disfrutar de la música de Chopin. Esta vía termina en la calle Nuevo Mundo (Nowy Swiat), junto al monumento dedicado a Copérnico. Desde el siglo XIX se establecieron aquí restaurantes, tiendas y teatros para que los varsovianos los disfruten. El Parque Real Lazienki es uno de los más grandes de Europa. En su interior se encuentra el Palacio de la Isla o Palacio sobre las Aguas, ubicado en una isla artificial en el centro de un lago que fue residencia veraniega del monarca Estanislao II. Es de estilo neoclásico y en la actualidad es el Centro Contemporáneo de Arte de Varsovia. La construcción alberga jardines con grutas y está enlazado con el parque que lo cerca a partir de 2 puentes con una columnata de orden jónico.

Bastante cerca se encuentra ubicado el Monumento de Frédérik Chopin, dedicado a su ciudadano más ilustre. La obra fue proyectada por el artista Józef Goslawski hace más de 60 años. Y está representado a los pies de un sauce llorón, el árbol emblemático de su tierra natal de Mazovia, que le servía de recuerdo e inspiración.  No olvidemos que Chopin es el gran maestro, el gran protagonista en esta ciudad. En Varsovia se mantiene la tradición de que cada domingo, entre mayo y septiembre, se escenifican los Conciertos bajo el sauce, con la música del genial Chopin, interpretada por destacados pianistas. Chopin es un símbolo de la cultura nacional y sigue siendo reconocido universalmente, como dijera de él Cyprian Kamil Norwid, "natural de Varsovia, polaco de corazón y por su talento, ciudadano del mundo"

Daniel Bermejo

Alberto Bermejo 

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Polonia, catolicismo en ebullición

En julio de 2020 Oneira club de viajeros organiza un espléndido viaje en grupo a Polonia. Una de las mayores sorpresas que se lleva el viajero cuando visita este país es descubrir la gran religiosidad del pueblo polaco. En su gran mayoría, profesan la religión Católica Apostólica y Romana. Y pongo todos los “apellidos”, para llamar la atención del hecho de que  los polacos son muy religiosos. Y esto sorprende extraordinariamente si pensamos que hasta hace bien poco tiempo, Polonia estuvo bajo el control de un gobierno comunista. Ningún país de Europa (excepto en El Vaticano) tiene la Iglesia tanto poder como en Polonia.

Las iglesias católicas influyen mucho en Polonia, en la vida diaria de sus gentes.  La Iglesia, no hace mucho tiempo, influyó poderosamente para aprobar una ley que prohíbe abrir a los comerciantes en domingo. De hecho a partir de 2020 incluso las tiendas pequeñas estarán cerradas: ¿afectará  a nuestro viaje? Veremos. Actualmente, hasta 2019 abren los comercios el primer y último domingo.

Son muchos los templos católicos que hay en el país y se bromea con el número de ellos, por la corta distancia que hay entre unos y otros.  Los grandes defensores de los valores cristianos más tradicionales se descubren ante el liderazgo de la profesión de fe católica en Polonia, frente al cada vez más extendido, eso dicen,  nihilismo europeo. Actualmente son partidos conservadores los que vencen en sucesivos gobiernos polacos.

La Iglesia Católica polaca desempeñó un papel de enorme trascendencia en la caída del comunismo tras el Telón de Acero. El polaco San Juan Pablo II fue una figura clave durante su Pontificado (rodeado de una reverencia incontestable y su recuerdo despierta una devoción que va más allá de lo religioso) y el sindicato Solidaridad era un sindicato pro-libre mercado y católico, ¡un sindicato de derechas!.

El 14 de abril se celebra en Polonia el bautizo del duque histórico Mieszko I, primer rey de Polonia documentado. Este monarca fue bautizado en 966 adoptando el Catolicismo como religión oficial de los polacos, entonces una tribu eslava que vivía a campo abierto, hasta ese momentos, paganos. Esta conversión se ha vinculado de forma innegable con el nacimiento de Polonia como nación.

Históricamente se reconoce que durante la invasión nazi hubo una fuerte persecución religiosa contra los católicos. Hasta 1941 fueron ejecutados 700 sacerdotes y 3000 fueron trasladados a campos de concentración. Más de 1300 iglesias se clausuraron y se prohibió la enseñanza religiosa. Y sin embargo, durante la época comunista Polonia se mantuvo sociológicamente católica. Aunque tras la segunda ocupación (soviética) se produjo una reorientación de la iglesia nacional, produciéndose una vigilancia, control  e infiltración del espionaje soviético entre el clero y en las actividades cristianas. Durante la dictadura comunista, la Iglesia ejerció el papel de oposición gubernamental.

El Sanuario de Jasna Góra en Czestochowa es el principal lugar de peregrinación de los polacos católicos, un templo majestuoso que visitaremos en nuestro periplo por Polonia, donde nos sorprenderemos por el fervor de los fieles, que llegan en masa (algunos hasta de rodillas). Hablaremos de este santuario, del milagro de Jasna Góra y del venerado cuadro de la Virgen Negra de Czestochowa, principal destino de los devotos peregrinos polacos.

Alberto Bermejo 

ONEIRA club de viajeros

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